El Prìncipe aporta soluciones
Hace pocos días los españoles, creo que la inmensa mayoría, nos enterábamos, me atrevo a decir que con la máxima indiferencia, a través de los medios de comunicación que Botín y sus colegas estaban teniendo un buen año en lo que a beneficios se refiere, hasta Bankia ha tenido más de 600 millones de euros de beneficio en lo que va de año. Digo que lo tomamos con indiferencia porque con la cosa no va con ninguno de los españoles de a pie, ni con las pequeñas y medianas empresas o con el conjunto de las familias. ¿De qué nos sirve que los banqueros ganen dinero si el crédito sigue estancado, empantanado, y no se abre ni la más pequeña compuerta para que fluya el crédito? Desde luego cada vez se pone más en evidencia que este país no tiene nada que agradecerle a los banqueros. Ellos van a lo suyo aunque a su alrededor el mundo se esté hundiendo. Se limitan a echarse a un lado para que ningún cascote les pueda lastimar el bolsillo.
El pasado día 28 tuvo lugar, en Jerez de la Frontera (Cádiz), la inauguración del XVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar, a la cual asistió el Príncipe Felipe que en su discurso inaugural abogó por “desarrollar y fomentar iniciativas que favorezcan el emprendimiento y la financiación de las Pymes, tanto a nivel nacional como europeo”, y destacó entre ellas aquellas encaminadas a “buscar canales alternativos a su financiación”. Aunque muchos no lo crean la Casa Real es consciente del “cerrojazo” bancario y que de los banqueros no se puede esperar que echen una mano. Todas estas palabras de Felipe de Borbón están muy bien pero la verdad es que su llamada para que las Pymes busquen “canales alternativos de financiación” está bastante mal y contribuye no a fomentar el entusiasmo entre los pequeños y medianos empresarios, en la empresa familiar en sí, sino todo lo contrario: a acrecentar el desánimo existente puesto que una vez más se dan cuenta de que quienes tienen más o menos poder se limitan a dar consejos y no a aportar medidas o ideas que puedan convertirse en soluciones tangibles y prácticas. Visto lo que dijo Felipe, a la empresa familiar, a las Pymes, solo les quedan tres soluciones: Pedir dinero a los usureros -a los tradicionales no legalizados-, vender lotería, o sortear un coche a un apartamiento en Torrevieja, como medida “alternativa” para su financiación. Otra no queda, y a quien Dios se la dé, san Pedro se la bendiga.
Y ya puestos a hablar de la Familia Real, decir que, al contrario que otros a mi me ha parecido muy bien que a la tripulación del hasta hace poco yate real, el “Fortuna” haya que indemnizarla al ser despedida con un total de 1,2 millones de euros, a repartir entre los diez miembros que formaban su tripulación. Me ha parecido bien y hasta me ha alegrado puesto que muerto el perro se acabó la rabia. Si el yate ya no es propiedad del Patrimonio del Estado ya no habrá que gastar más dinero en él, porque no quiero ni pensar, porque entonces si me puedo cabrear, lo que él mantenimiento ese yate nos ha costado a los españoles durante los años que los han disfrutado el Rey y su familia. Mejor que no lo sepamos. Ojos que no ven, corazón que no siente.
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