La hernia de la esposa del consejero
Hace escasamente un mes la gente andaba escandalizada porque a la esposa de un consejero de Cospedal, se le operaba de una hernia discal 15 días después de que dicha dolencia le fuera diagnosticada. El caso es que la esposa del consejero tuvo más “suerte” que unas veinte personas con su misma patología que llevaban más de un año esperando ser intervenidas y no era esto solamente sino que la esposa del consejero de Cospedal de “saltó” la cola donde 300 pacientes estaban esperando para ser operados de una hernia discal.
El caso es que la cosa armó tanto revuelo, los medios de comunicación “largaron” a modo sobre este asunto, y la verdad es que yo no entiendo el porqué hay que montar un escándalo de lo que es algo normal, porque vamos a ver: ¿Es lo mismo que la esposa de un consejero, de un miembro del Gobierno castellano-manchego que preside Cospedal, sufra una hernia discal de las mismas características que la que vienen padeciendo otras personas con hernias que presentan la misma patología y que llevaban más de un año esperando? Pues no, no es lo mismo. ¿Cómo puede estar la esposa de un consejero al cual se le supone que percibe por ello un buen sueldo, soportar una dolencia que le impide hacer una “vida social”, de esas de no parar, y salir con su esposo y amigos para asistir a ágapes y comidas a las que tan aficionados son los políticos con “mando en plaza”? No, y mil veces no, lo de la esposa del consejero había que solucionarlo con la máxima urgencia. Esa veintena de personas que estaban un año esperando y el resto hasta completar las 300 de la lista de espera, podían esperar, porque la mayoría de ellas no disponen de medios para hacer “vida social” y hacer eso que solemos llamar “comer fuera” y por tanto no salen de casa más que para lo necesario, entre esa necesidad la de ir a trabajar, pero eso no importa, ya se sabe que los españoles somos duros como las rocas y aguantamos lo que venga, esto último lo estamos demostrando a diario, por tanto si tienen que estar en casa pueden hacer más llevadero su dolor sentados en un sillón con una bolsa de agua caliente sobre la parte dolorida y ponerse un parche de Sor Virginia, esos parches que ya usaban nuestros bisabuelos y que cuando te los quitabas se te iba la piel detrás de ellos, cambiar la epidermis no es tan malo, las serpientes la cambian cada año, luego algo beneficioso debe tener, entre esos beneficios el de ahorrarte un buen dinero con esos baños de barro y de otras porquerías que nos ponemos los humanos para tener una piel más suave. Pero en fin, para que le voy a dar más vueltas a la cosa, yo lo tengo muy claro no es lo mismo una hernia discal de un ciudadano que la hernia discal de la esposa de un gobernante. A ver si somos serios y comprensivos y nos damos cuenta de que hay hernias y hernias. La hernia discal, aunque algunos no lo crean, es un elemento diferenciador más para que nos demos cuenta de que hay diferentes clases sociales. Por tanto creo que se maltrató a la esposa del consejero y se criticó a este sin motivo alguno.
Pero no puedo acabar sin recordar ese episodio que también se desarrolló en el reino de Cospedal, donde recordarán que querían suprimir las urgencias rurales porque decían que era un lujo, un gasto muy alto, y resulta que un buen día el gerente del hospital de Hellín trasladó a este pueblo manchego a un equipo médico completo desde Albacete para operar a su madre. Yo creo, no me haga usted caso, que hubiera resultado más barato trasladar a la madre a Albacete que “mover” a todo un equipo médico y trasladarlo a Hellín. Pero… ¿Qué no hará un hijo por una madre? Lo que pasa es que somos unos criticones, más malos que la quina.
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