El día de la marmota
En los primeros días del año el Gobierno se ha apresurado a darnos cuenta de lo bien que han ido las cosas y estableciendo datos comparativos nos ha informado de que el paro bajó en 2014, de que la confianza de los consumidores marca su máximo anual como consecuencia de la valoración que estos hacen de la situación económica actual y del empleo, de que la afiliación a la Seguridad Social ha crecido, de que el paro y la corrupción preocupan menos a los ciudadanos. Estos son los datos que el Ejecutivo de Rajoy ha hecho públicos del mismo modo en que cualquier empresa presenta su cuenta anual de resultados. Datos que por cierto han sido facilitados por aquel que formando parte del Gobierno de Aznar, el que nos metió en la guerra de Irak argumentando que este país poseía armas de destrucción masiva y que después de aquel trágico 11M reconocieron que no había tal tipo de armas, este mismo individuo que hoy preside el Gobierno fue el que cuando siendo ministro nos dijo que lo del “Prestige” no era preocupante que de los depósitos de este funesto petrolero solo salían “unos hilillos como de plastilina”, este es el mismo informante que nos dijo que iba a acabar con el paro, que iba a mejorar la sanidad pública, que se lo pregunten a los enfermos de hepatitis C a los que se les niega el fármaco que les puede salvar la vida porque el Gobierno dice que no hay dinero y en cambio le “regalan” por decreto a la empresa ACS, la del Proyecto Castor, una indemnización de 1.350 millones de euros la cual se tramitó en menos de un mes, se le pagó en octubre pasado, también prometió mejorar la educación, los servicios sociales, los salarios, las pensiones, las becas y muchas cosas más. Visto todo esto creo que los resultados que presentan son para ponerlos en cuarentena. Credibilidad cero.
En cualquier caso, poco fiable desde luego, han presentado una cuenta de resultados, pero yo, seguramente por reminiscencias de mi finiquitada vida laboral o por deformación profesional, echo de menos el balance de situación, un balance de situación que contenga datos comparativos con situaciones anteriores como han hecho con su cuenta de resultados, que nos dé cuenta del número de españoles que han emigrado en busca de trabajo, de los que han dejado de ir a “fichar” a las oficinas del INEM y de los que ya ni siquiera se inscriben en ellas porque han perdido toda esperanza de encontrar un trabajo. Tampoco ofrecen datos sobre los españoles que están viviendo bajo el umbral de la pobreza, ni tampoco de las familias en cuyos hogares no entra un solo euro, del número de parados sin subsidio o ayudas de ningún tipo, de las familias con todos sus miembros sin empleo, del número de contratos laborales en precario, de los niños que sufren problemas de desnutrición, del aumento del número de comedores sociales, de los afectados por el copago de los medicamentos y que les ha obligado a prescindir de ellos, de las familias desahuciadas, de los hogares donde no hay agua, ni luz, ni calefacción por falta de dinero para pagar las facturas, de la deuda del Estado, de esto no han dado datos ni en la “cuenta de resultados” ni en el inexistente “balance de situación”, mucho menos, claro está, con datos comparativos lo que nos lleva a pensar sin ningún margen de error que todo esto ha aumentado en 2014.
En algunos países asiáticos suelen dar un nombre al año lunar, al año entrante, así hemos oído hablar del año del dragón, del año del gato, del año del cerdo, entre otros. Ante esto y si España estuviera situada en el continente asiático, en muchos aspectos sociales y económicos si lo está, ya dijo el propietario de Mercadona que los españoles teníamos que trabajar como los chinos y ese delincuente, hoy en la cárcel, que fue presidente de la patronal CEOE, Díaz Ferrán, que dijo que los españoles teníamos que trabajar más y cobrar menos, yo definiría el pasado 2014 como el “Año de la Traca” porque según yo lo veo ha sido el año de los fuegos artificiales propios de una fiesta de pueblo, con muchos colorines, con mucha fantasía pero con bastantes incertidumbres, mentiras, engaños y miserias. No obstante me inclino más por definir lo acontecido durante todo el año fundiéndolo todo en un solo día al que yo daría el nombre de el “Día de la Marmota” que como es sabido es el que festejan los agricultores en los EE.UU para celebrar el fin del invierno, lo cual cuadra perfectamente con el deseo del Gobierno de celebrar, según su presidente, el final de la crisis. El colmo de lo que está pasando se refleja en las palabras de Rajoy conminando a Artur Mas a que no siga engañando a los catalanes. Le dijo al ratón al gato…
Por si alguien no lo sabe la marmota es el roedor más grande que existe en Europa y que en lo que respecta a España ha roído los pilares del Estado del Bienestar hasta derribarlo. ¡Cuidado! No estoy comparando a Rajoy con una marmota. La marmota no se merece tal semejanza.
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