Europa en sus manos
No, no voy a contarle nada sobre aquella película de 1952 titulada “El mundo en sus manos” magistralmente interpretada por Gregory Peck representando al personaje del capitán Jonathan Clark, un lobo de mar que en la cinta tuvo la osadía de planear comprar Alaska a los rusos y para ello hizo un trato con los banqueros de San Francisco. Es por esto, precisamente por lo de los banqueros, por los hombres del dinero, por lo que me ha parecido oportuno ponerle este título, “Europa en sus manos”, a este comentario.
Creo que a estas alturas ya nadie ignora que Europa está en manos del capital y que quien marca la pauta a seguir es el Banco Central Europeo presidido por Mario Draghi un personaje que bajo la batuta de Ángela Merkel, y que al igual que el ministro español de Economía, Luís de Guindos, proviene del mundo de las finanzas, más bien del mundo de la bancarrota. El primero de ellos, Draghi, fue entre 1985 y 1990 director ejecutivo del Banco Mundial y entre enero de 2002 y enero de 2006 fue vicepresidente por Europa, con cargo operativo, de Goldman Sachs, cuarto banco de inversión del mundo. Mientras Draghi era vicepresidente de Goldman Sachs International, uno de los máximos responsables de la compañía en Europa, la compañía asesoró a Kostas Karamanlis sobre como ocultar la verdadera magnitud del déficit griego. Esta ocultación del fraude condujo a la crisis financiera en Grecia de 2010-2011. De hecho en junio de 2011, Draghi fue preguntado por el Comité Económico del Parlamente Europeo por sus actividades en Goldman Sachs en relación al ocultamiento de Grecia.
En medio de la crisis financiera de Estados Unidos del 2008 y ante la posibilidad de afrontar la bancarrota, el 21 de septiembre de 2008, Goldman Sachs recibió la autorización de la Reserva Federal para dejar de ser un banco de inversión y convertirse en un banco comercial y por tanto poder recibir el apoyo financiero por parte del gobierno como otros bancos. En el año 2008 Goldman Sachs recibió 10.000 millones de dólares del programa TARP del gobierno de los Estados Unidos. El 16 de abril de 2010 la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos acusó a Goldman Sachs de fraude por las hipotecas subprime. A Goldman Sachs se le llama la “hidra” por su habilidad en infiltrarse en las más altas instancias de los Estados Políticos clave en los Estados Unidos y en Europa. En la referente al viejo continente han pasado por Goldman Sachs no solamente Mario Draghi sino el que fuera primer ministro italiano Mario Monti. El hecho de que Draghi acabara su relación con Goldman Sachs en 2006 no le exime de la debacle acontecida en 2008 ya que este tipo de cataclismos financieros no se gestan en cuatro días.
Aquí en España también nos ha tocado un ministro de la cosa de la economía con un currículum no menos “brillante” que el de Draghi, Luís de Guindos, este venía de haber sido miembro del Consejo Asesor de Lehman Brothers a nivel europeo y Director en España y Portugal hasta su quiebra en 2008. Seis años después aún se podría estar debatiendo sobre si darle el primer premio en lo referente a quien le cabe el mérito de haber protagonizado el mayor escándalo financiero de todos los tiempos, si a Goldman Sachs o a Lehman Brothers. Justo es reconocer que el jurado lo tendría muy difícil a la hora de pronunciarse.
Como se puede ver la economía europea y la española está en buenas manos, gente experta en la bancarrota y no hay más que ver cómo está la cosa en Europa y no digamos en España, se encarga de llevar la el timón de la nave que transporta el tesoro. Ante esto no creo que haga falta ser un experto para llegar a la conclusión de que el final es su hundimiento. Las aguas están cada vez más revueltas y los pilotos han perdido la brújula. Aunque a lo mejor Draghi, que ha colaborado en trucar las cuentas como Goldman Sachs hizo con las de Grecia se inventan cualquier triquiñuela financiera y consiguen mantener el barco a flote, pero esto sería pan para hoy y hambre para mañana como lo ha sido en Grecia. En la España de Bárcenas de Correa, de la Gürtel, de los ERE, de los Hernández Mateo, de los Jaume Matas, de los Blasco, de los Cotino, de los Pujol, de la CAM, de Bankia, de Granados, de la Púnica, de Camps, de la F-1, del caso Brugal y otros muchos más, sin olvidar a los que mueren esperando un medicamento o una ayuda a la dependencia, la cosa es más que misión imposible.
En mi comentario publicado el pasado 18 de marzo, señalaba a Moral Santín como representante de CC.OO en Caja Madrid cuando en realidad no pertenecía a este sindicato, sí a IU. Quien sí representaba a CC.OO en Caja Madrid fue Francisco Baquero, que gastó con cargo a la tarjeta 266.433 euros de ellos 10.000 en muebles. Queda aclarado.
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