La mentira al servicio del pueblo
Recién acabado el último debate sobre el Estado de la Nación y en el primer consejo de ministros celebrado después de dicho debate, el Gobierno ha aprobado una serie de medidas que más que una solución a los problemas que afectan a centenares de miles de ciudadanos lo que en realidad son es una serie de mentiras electoralistas a las que ya nos tiene acostumbrada esta pandilla de cuenta cuentos que conforma el gobierno de Mariano Rajoy.
De esas medidas voy a referirme a algunas de ellas y en primer lugar a la referente a esa ley de segunda oportunidad tan esperada por todos para evitar las terribles consecuencias y el calamitoso futuro que espera a todos aquellos que son desahuciados por impago de sus hipotecas. Esta ley no regula, en absoluto, mucho menos impone, la dación en pago y es una norma que no creo necesario señalar que con toda seguridad ha sido confeccionada de mutuo acuerdo entre el Gobierno y la banca como lo fue aquel célebre, tan célebre como inútil, Código de Buenas Prácticas, sí, aquel que daba la impresión de que iba a acabar con la obligatoriedad de seguir pagando la hipoteca después de que se pusiera a la gente en la calle. En definitiva un Código de Buenas Prácticas que iba a suspender los desahucios y que desde su puesta en vigor el 9 de marzo de 2012 las familias que han sido desalojadas por impago de hipotecas se cuentan por centenares de miles y cuya duración es hasta el próximo mes de mayo, pero el Gobierno ante su “exitosa” eficacia ha extendido su vigencia hasta 2017. Entre marzo y junio de 2012, en sus tres primeros meses de recorrido este código solo había beneficiado a 52 familias de un total de 568 solicitudes. Son las únicas cifras que al respecto he podido recabar, por lo visto el fracaso de esta medida ha sido tan estrepitoso que no se facilitan datos sobre el resultado de las solicitudes, aunque los datos cantan por si solos: En el primer trimestre del pasado año 26.549 familias perdieron su vivienda. Si hacemos un cálculo desde marzo de 2012 hasta la fecha podremos cifrar en cientos de miles las familias desahuciadas, pero eso sí, el Gobierno ha decidido dar dos años más de plazo para que esta comedia se siga representando. O sea, que vamos a tener ley de segunda oportunidad para que los que han sido cruelmente maltratados por la crisis y por la actitud negligente del Gobierno ante una trágica situación para millones de familias, puedan rehacerse, pero la cosa va a seguir exactamente igual ya que la decisión no va ser de los tribunales de justicia en lo que concierne a la dación en pago sino por la “justicia” de los banqueros. Lamentablemente hay siete personas que se suicidaron cuando iban a ser desalojadas de sus viviendas por impago de sus hipotecas y esta ley como el Código, no va a evitar que estos luctuosos sucesos se vuelvan a producir. Creo que todos tenemos muy claro que para que esa segunda oportunidad pueda cristalizar en algo positivo para reiniciar el truncado futuro lo fundamental es encontrar un trabajo y eso, eso, es harina de otro costal. Como siempre, mentiras y más mentiras para ocultar su verdadera intención que está muy lejos de favorecer a los ciudadanos. Se puede decir que este Gobierno no está el servicio de los ciudadanos y si lo está es a través de la mentira.
El Gobierno pretende desenterrar el trasvase del Ebro, después de llevar unos cuantos años acusando a los socialistas de haber derogado el proyecto. Se ¿olvidan? de que esta iniciativa fue obra de Aznar y que este estuvo ocho años gobernando este país con tiempo más que sobrado para hacerlo realidad, por no hablar de los más de tres que lleva Rajoy gobernando, tiempo más que sobrado para recuperar dicho proyecto. ¡Once años! se podrían haber realizado 27 proyectos como el del Ebro, pero claro, como siempre, mentiras, mentiras y más mentiras.
De la cruel burla de ¡Sovaldi para todos! mejor me callo mi opinión, lo cual no me impide decir que esta decisión es una sinvergonzonada después de haberse producido miles de muertes que con este fármaco se podrían haber evitado.
La última encuesta del CIS nos “cuenta” que la preocupación de los españoles por la corrupción ha bajado 7 puntos. A todo se acostumbra uno y se consuela con aquello que dice: “Si tu mal tiene remedio ¿porqué te afliges? Y si no lo tiene ¿porqué te afliges?”.
Esto me recuerda aquella canción popular que dice: “Ahora que vamos despacio, vamos a contar mentiras, tralará. Vamos a contar mentiras. Por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas, tralará, por el monte las sardinas”. Menuda panda de impresentables.
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