Hacia una España Mejor

domingo, febrero 25, 2007

Muy gracioso


Se han olvidado de todo, por lo visto son conscientes de que lo hicieron muy mal en los ocho años que estuvieron gobernando y no quieren recordar nada. Ahora Rajoy no recuerda que fue el Gobierno de Aznar el que envió a los soldados españoles a Afganistán bajo bandera de la OTAN.
Rajoy, el alumno aventajado de Zaplana, ya le gana a mentiroso, ha aprovechado, como no lo iba a hacer, la muerte de la soldado española para echar las culpas al Gobierno de Zapatero y le exige al presidente del Ejecutivo que le aclare si los soldados están en Afganistán “para ayudar a las ancianitas a cruzar la calle”. Gracioso el muchacho que no se había enterado, formando como formaba parte del Gobierno de Aznar, a que iban los soldados allí. Nuestros soldados, a los que Rajoy ha faltado al respeto, no van a un país donde la situación es conflictiva para “ayudar a las ancianitas a cruzar la calle” nuestros soldados están formados, preparados y capacitados para llevar a cabo cualquier tipo de misión que se les encomiende.
Afganistán es una zona de alto riesgo y nuestros soldados lo asumen porque eso entra dentro de su profesión, la militar. Evidentemente lo de las “ancinitas” no pasa de ser una lamentable salida de tono de un individuo que ha perdido los papeles y que se permite hacerse el gracioso cuando todos los españoles estamos de luto porque una de nuestras hijas ha perdido la vida de forma tan trágica. Lo lamentable también, es que Rajoy no recuerde a aquellos 42 soldados fallecidos en el accidente del Yak-42 que no habían ido a Afganistán a “ayudar a las ancianitas a cruzar la calle” sino a empresas mucho más humanitarias y que los montaron en aviones no aptos para el vuelo para que el ministerio de Defensa que dirigía Federico Trillo, se ahorrara unas miserables pesetas alquilando estos ataúdes volantes.
Menos gracietas y más vergüenza y dignidad y sobre todo respeto, respeto a esos soldados españoles que están en Afganistán y en otros países ayudando a conseguir un mundo mejor para todos.
Hay quien cree que es un gracioso, cuando en realidad no pasa de ser un mal payaso.

domingo, febrero 18, 2007

Increíble y patético


Cuando el pasado domingo por la noche lo pude ver en televisión sentí lástima, cuando el lunes lo leí en algunos periódicos me dio pena. Me refiero a la manifestación de unas mil personas, en cuya cabecera iban Ángel Acebes y Javier Arenas, que tuvo lugar el domingo día once en la playa del Chinarral de Algeciras donde embarrancó el buque “Sierra Nava”. En un ridículo, increíble y patético intento por comparar lo incomparable, lo del “Prestige” con lo del “Sierra Nava”, la manifestación se paseó durante unos veinte minutos por la playa afectada y recorrieron doscientos metros hasta dar por finalizada la reunión. Por lo visto alguien les dijo que estaban haciendo el ridículo y decidieron que lo mejor era acabar con aquel esperpéntico espectáculo.
Acebes, intentó por todos los medios comparar ambos casos sin tener en cuenta que el “Prestige” era un buque cisterna dedicado al transporte de crudos y que el “Sierra Nava” es un barco de carga que solo lleva en sus depósitos el fuel que necesita para mantener en marcha sus motores. En total 300 toneladas de las que 170 se han vertido al mar al sufrir daños dos de los cuatro depósitos en que los lleva almacenados. Por contra el “Prestige” llevaba en sus tanques 80.000 toneladas de crudo. El “Serra Nava” embarrancó, por causas que desconozco, en la playa algecireña y el vertido pudo ser controlado. Sin embargo el “Prestige” derramó sus 63.000 toneladas de crudo por toda la costa gallega e incluso parte de la francesa y todo ello porque al entonces ministro de Fomento, Álvarez Cascos, se le ocurrió dar la orden de mandar el barco “al quinto pino”. Si lo hubiera mantenido más cerca de la costa el desastre hubiera sido mucho menor como han apuntado infinidad de expertos en este tipo de catástrofes. Dentro del pecio quedaron 14.000 toneladas. Los célebres “hilillos de plastilina de Rajoy. En el caso del “Sierra Nava” se ha visto afectado, según medios oficiales, un kilómetro de playa y según la organización Greenpeace cuatro.
Hay otras cosas que me ha llamado la atención en esta manifestación del PP, pero voy a señalar solo una: “Nunca más”, gritaban los manifestantes. No conformes con sus intentos de apropiarse de la bandera y de una Constitución que criticaron y rechazaron, que ahora se quieren apropiar también de los lemas que los demás gritaron contra el PP. Yo creo que hasta han lamentado que el “Sierra Nava” no hubiera sido un barco del tonelaje del “Prestige”. Pero ellos necesitan poco para poder sobrevivir políticamente y se han conformado con un pequeño barco. Cuando la cosa no da para más hay que apañarse con lo que hay. Que se le va a hacer.
Increíble, patético, lastimoso y penoso. Y sobre todo cinismo, mucho cinismo.

domingo, febrero 04, 2007

Presión a los jueces

El uno de diciembre de 2000, y siendo Ángel Acebes, ministro de Justicia, el Gobierno presidido por Aznar, anunciaba que: “atendiendo a las peticiones del Papa, al 22º aniversario de la Constitución y a la proximidad del fin del milenio, había decidido conceder un indulto a 1.443 penados”. Entre estos 1.443 condenados por la justicia se encontraba el famoso ex juez prevaricador Javier Gómez de Liaño, a quien la medida permitía, según el ministro de Justicia, Ángel Acebes, reingresar en la carrera judicial. Gómez de Liaño fue expulsado de la judicatura por sentencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) de 15 de octubre de 1999 y el mismo tribunal se pronunció en contra del indulto apenas seis meses antes, exactamente el 14 de junio de 1999 con un informe negativo al indulto del ex juez. En dicho informe el TS justificaba su decisión porque su expulsión de la carrera judicial “ya ha sido cumplida” de forma irrevocable y además “carece de la templanza y el equilibrio necesarios para el desempeño de una función tan delicada como la judicial”, por lo que nadie puede garantizar que en otros procesos el ex juez no intentase “imponer su voluntad, incluso contra la de la Ley”. El indulto suponía el reingreso del magistrado a la carrera judicial, aunque no podría volver a la Audiencia Nacional en un plazo de 25 años. Así, medio de tapadillo, e incluido en un montón de indultados, el Gobierno indultó a un juez que, no quiero decir que actuó al dictado del Ejecutivo de Aznar, pero que si prevaricó, excediéndose en sus competencias y quitando la libertad a unos ciudadanos que no habían cometido ningún delito y desoyendo a sus compañeros cuanto estos le habían advertido de que se estaba extralimitando.
Como todos recordamos Gómez de Liaño, fue inhabilitado por 15 años por el Tribunal Supremo tras ser considerado culpable de prevaricar en el caso Sogecale. Se retiró los pasaportes a dos ciudadanos españoles, y les hizo depositar una fianza de 200 millones de pesetas a cada uno. Me estoy refiriendo a los señores Polanco y Cebrián, cuyo único delito fue el de ser altos directivos de unos medios de comunicación cuya honestidad está fuera de toda duda, pero que el Gobierno de Aznar consideraba que atacaba y perjudicaba a los intereses de la derecha.
Cualquier español percibía en aquellos días que allí había algo más que la simple cabezonería o incompetencia profesional de un juez. Posteriormente la prisa por parte del Gobierno de Aznar por concederle el indulto y reintegrarlo a la judicatura en contra de las recomendaciones del TS, nos confirmó a todos los que ya teníamos claro lo que estaba pasando, que no andábamos equivocados. El PP se pasó por el arco de triunfo la sentencia y las recomendaciones de todo un Tribunal Supremo. Y no quiero hablar de la actitud favorable al PP por parte de otro juez por que este ya ha fallecido. ¿Como se atreven en el PP a exigir a los demás que respeten a los jueces?