Hacia una España Mejor

miércoles, junio 24, 2015

La patada en los...mismos

El pasado día 16 tuvo lugar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo la jornada inaugural del curso “El nuevo modelo económico. Lecciones de la crisis” y en ella intervino el vicepresidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que a lo largo de su intervención apostó por caminar hacia el “despido libre” tanto en la entrada como en la salida de la empresa, en este sentido dijo: “No hablo de despido gratuito, sino de flexibilidad en la entrada y salida de la empresa”. Según lo veo o lo entiendo yo, quiso decir que “por una puerta se entra y por la otra, o por la misma, se sale”. Aunque la verdad es que no lo entiendo muy bien ya que por una parte pide el despido libre y por otro dijo que “hoy en día hay despido libre, ya que cuando una empresa quiere prescindir de un trabajador, prescinde”. Por lo visto al vicepresidente de la más importante organización empresarial de España le sabe a poco lo que al respecto y en lo que se refiere a la indemnización por despido señalan las distintas reformas laborales de Rajoy y aboga por rebajar el costo del despido para los trabajadores más antiguos, normalmente los de mayor edad, argumentando que “hay personas que sería mejor que el despido fuese más barato”. O sea, que es una forma de no tener que levantarse todas las mañanas para irse a trabajar con lo bien que se está en la cama, se nota que este personaje lo único que desea es el “bienestar” de los trabajadores. Aunque para mí eso de que “sería mejor que el despido fuese más barato” lo único que deja es la sensación real de quedar “jodidos y agradecidos”. Siendo justos hay que reconocer que no todos los empresarios piensan como ciertos directivos de la CEOE y tratan con mayor respeto y dignidad a aquellos que les ayudan a mantener sus empresas con un óptimo rendimiento, tanto en el aspecto comercial como en el económico, pero es que yo no sé qué pasa que se da el caso de que en todos los máximos dirigentes que en estas últimas décadas han pasado por esta organización patronal se observa una animosidad más que notoria hacia los trabajadores. No es que pidan el despido libre, que como bien dice el representante de la CEOE ya existe, por lo visto quieren ir más allá de los límites de la libertad y piden el “despido anárquico o libertario”, pero con una diferencia con los que se lanzan a la calle para protestar que no es otra que la de que los estos seudo empresarios lanzan a la calle a sus trabajadores de forma anárquica sin darles tiempo a protestar o defenderse. Hubo en España un ministro que apuntó la posibilidad de entrar en un domicilio particular dando una patada en la puerta del mismo y por lo visto, estos dirigentes empresariales abogan por la patada en las partes blandas para despedir, mejor dicho poner en la calle, a un obrero. En su “brillante” disertación el vicepresidente de la CEOE dejó caer que la presión fiscal es “una multa que se impone a las empresas” y pidió a Montoro una bajada de impuestos para las industrias. La verdad es que los empresarios no tienen, según se desprende de las manifestaciones de algunos de ellos, la obligación de mantener a este país, para eso ya está la gran masa de ciudadanos. La verdad es que no sé porqué se niegan a mantener económicamente las estructuras sociales cuando nunca lo han hecho. Han contribuido en la medida de los beneficios que han obtenido, como cualquier hijo de vecino, y ni un céntimo más. Este no es un hecho aislado, es una ofensiva lanzada en todos los frentes. También el presidente del comité del Círculo de Empresarios, Miguel Canalejo, pide profundizar, por considerarlo necesario, en la reforma laboral y propone para ello medidas como “reducir el salario mínimo interprofesional de los jóvenes sin formación” obviando el hecho de que esto ya existe y además con jóvenes con formación, los becarios, que cobran salarios de esclavitud, o nada, y que a pesar de tener contratos por un número reducido de horas trabajan el doble o el triple de horas y no les remuneran esta prolongación de la jornada estipulada. En fin, está claro que hay prisas. Se trata de que el gobierno de Rajoy deje las cosas atadas y bien atadas por si en las próximas elecciones generales a celebrar en el mes de noviembre se produce un cambio de color en el Ejecutivo. Saben que este Gobierno es, demostrado está, muy proclive a complacerles. No quiero finalizar sin citar lo que sobre riqueza y pobreza dijo el dirigente de la CEOE: “Creemos en creación de riqueza y no en el reparto de la pobreza”. A esto se puede responder diciendo: La riqueza no se reparte, nunca se ha hecho, la riqueza se acapara y lo que en mayor medida se reparte, no hay más que echar un vistazo a este perro mundo, es la pobreza.

viernes, junio 19, 2015

¿Un error de adolescente?

A raíz de la polémica que se ha desatado con el tema de los tuist de algún miembro de Podemos y sobre los cuales tengo mi opinión muy personal, me he acordado de que conservo, yo lo guardo todo a veces creo que sufro el síndrome de Diógenes, la carta firmada por César Augusto Asencio Adsuar, alcalde de Crevillent, publicada en este diario el domingo 1 de julio de 1979, tenía el firmante 17 años, en la que hacía una serie de consideraciones sobre el holocausto judío en los campos de concentración de la Alemania nazi. No voy a reproducir, por cuestión de espacio, el contenido de la carta en su totalidad, por lo que voy a transcribir algunos párrafos de la misma. Estos dicen lo siguiente: “Holocausto -se refería el firmante a la película, entre otras, sobre este asesinato de judíos- parece ser el más importante a juzgar por el “boom” propagandístico que le acompaña. Mucho habría que hablar sobre los campos de concentración alemanes y sobre el mito –mito, decía- de los seis millones de judíos exterminados. Un estudio detallado nos demuestra que todo esto es falso. Simplemente diré que todo esto se nos ha hecho creer a la mayoría gracias al apoyo de la finanza y de la propaganda a escala mundial en manos de judíos como casi todo el mundo sabe que con series como las citadas anteriormente –se refiere a las películas- nos hacen creer el mayor fraude de la historia, apoyando su tesis con innumerables fotos y documentos trucados. La objetividad de la Cruz Roja Internacional es indudable. Pues bien, la Cruz Roja estuvo inspeccionando los campos de concentración alemanes del primero al último desde 1939 hasta 1945, escribiendo unos informes que están archivados en Ginebra (sede de la organización) y en los que no se habla ni de la cámara de gas, ni de exterminio en masa, y además cita una cifra aproximada de muertos debido a las circunstancias que son normales en los campos de concentración en una guerra (falta de alimentación, raquitismo, tifus, muertes naturales, etc.) que es de 300.000, y no siendo sólo judíos, ya que en los campos de concentración había polacos, rusos, americanos, etc.”. “Pero… ¿Para qué todo esto? En primer lugar para desprestigiar al nacionalsocialismo. En segundo lugar para seguir cobrando las indemnizaciones que Alemania se ve obligada a pagar (Alemania lleva ya pagados a Israel 2.500.000.000.000 dos billones quinientos mil millones de pesetas) y este año se acaba el último pago. Con esta ofensiva propagandística –se refiere el autor a las películas sobre el holocausto- se obligará de nuevo a Alemania a que pague por unos crímenes que no ha cometido”. Hasta aquí parte de la carta. Esto ha vuelto salir a la luz y el autor, César Augusto Asencio Adsuar, hoy alcalde de Crevillent, ha manifestado que fue un error de adolescente. La verdad es que lo dudo porque a pesar de la edad que tenía cuando escribió todo eso, 17 años, daba y da, la impresión de estar bien informado, aunque más bien, por sus erróneos datos, da la impresión de que poseía una buena dosis de inventiva impropia de sus pocos años, lo que demuestra un grado muy importante de desarrollo del intelecto. Cierto es que a esa edad se suele ser muy fantasioso, pero no por ello se carece de malicia a la hora de intentar justificar y ocultar torticeramente unos hechos irrefutables con la clara intención de justificar las injustificables atrocidades cometidas por el nazismo. Sí, César Augusto Asencio Adsuar era un adolescente, pero leyendo su carta se puede llegar a pensar que sabía lo que estaba escribiendo. Hay quienes a los 17 años están pensando en las musarañas y en cómo pasárselo lo mejor posible y otros, como es su caso, en justificar el asesinato de millones de seres humanos. Los de Podemos, los de los tuist, dicen desde el PP que deben dimitir de sus cargos de concejales ¿qué debe hacer César Augusto Asencio Adsuar? Porque eso de que el tiempo lo cura todo es muy aleatorio y lo del alcalde de Crevillent, no es un corto escrito en tuiter. Es un intento en toda regla de de justificar y minorizar los crímenes de los nazis.

miércoles, junio 17, 2015

Los lunes al sol

La jornada electoral celebrada el pasado 24 de mayo no ha servido solamente para poner de manifiesto la debacle electoral que ha sufrido el Partido Popular, principalmente Rajoy que con su torpeza e incompetencia ha agravado la mala situación que ya atravesábamos los españoles como consecuencia de la crisis, sino que ha puesto las cosas en su justo lugar, en la realidad del momento político y social, confirmando la pérdida, por parte del PP, de la alcaldía en ciudades importantes, más de 50.000 habitantes, pasando de las 87 que obtuvo en 2011 a las 41 que le han quedado después del 24M, más del 50% de pérdida, mientras el PSOE que en 2011 solo consiguió 38 ha alcanzado las 72, duplicando casi su presencia en la alcaldía de las ciudades mayormente pobladas de nuestro país. A esto hay que añadir la pérdida, por parte del PP, de un incontable número de alcaldías con menor densidad de población. Y digo que no ha servido solamente para centrar las cosas en la realidad sino también para poner, una vez más, de manifiesto la falta de respeto por parte de Rajoy y su camarilla, a la inteligencia de los españoles a los cuales se empecina en tomarles el pelo de continuo no dándose cuenta de que, afortunadamente, los españoles están poniendo, cada día más, el ojo sobre los políticos y que como consecuencia de ello sacan conclusiones que en otros tiempos, no muy lejanos, el 15M fue el que marcó el inicio de la participación activa de la inmensa mayoría de los españoles, no se molestaban en hacerlo. Las cosas han cambiado y la derecha sigue sin darse cuenta de que esta no es la España de los años 30 y siguientes. Esta es otra España con una ciudadanía mejor formada y preocupada por todo lo que acontece a su alrededor. En los días posteriores al 24M hemos escuchado voces que desde la derecha, desde el PP, en concreto Esperanza Aguirre, planteaban darle la alcaldía de Madrid a los socialistas que solo han conseguido nueve concejales mientras el PP logró 21, hablar por hablar y confundir por confundir tratando a los españoles como si fueran idiotas cuando los idiotas campan a sus anchas en el PP. Son ellos. Después hemos oído las palabras del lumbreras de Rajoy diciéndonos que para echar el PP de las alcaldías se han llevado a cabo pactos “excéntricos y sectarios” a más de “antidemocráticos”. Rajoy ya no se acuerda y eso estuvo ocurriendo hasta el pasado 24 de mayo, que en Extremadura lo que dio la presidencia de la Junta al PP fue un pacto entre PP e IU, esto no fue ni “excéntrico” ni “sectario”, por lo visto para la derecha fue un pacto “natural”, como lo fue la célebre “pinza” que emplearon Aznar y Anguita en la que ambos, en un extremo y otro de esa pinza, intentaron acabar con el gobierno socialista de Felipe González. Por lo visto todo esto ni es “excéntrico” ni “sectario” ni “antidemocrático”. Era algo “natural” pero claro la máxima de la derecha se concreta en esa frase que dice: “Cuando gano vengan bollos y cuando pierdo es que me roban”. Decir que los pactos son antidemocráticos es tanto como decir que se ha vulnerado la Ley Electoral. Son bastante atrevidos y desde luego capaces de sembrar la mentira y la confusión hasta límites que van más allá de la decencia. Andan cortos de memoria. Al final mezclan el blanco con el negro y todo, como ahora, se les vuelve gris. Cuantas burradas se suelen decir cuando no se sabe perder, cuando se enrocan en la prepotencia, en la arrogancia, en el negarse a dialogar y en el ordeno y mando. Está claro que el saber perder no es una de las pocas virtudes que atesora la derecha, aunque en realidad su carencia de virtudes es más que notoria. Todo lo que ha sucedido y está sucediendo, y lo que te rondaré, no hace más que poner de manifiesto que Rajoy y sus corifeos necesitan un buen descanso, una especie de “retiro espiritual” que no deseo sea eterno, me refiero al retiro. Todos son necesarios en democracia, todos los que impriman a la misma un mínimo de seriedad y respeto hacia los demás, el que no observe estas elementales normas de convivencia está de más, sobra. No, no es mi intención, en absoluto, el intentar de forma solapada el plantear que el PP desaparezca, no, pero si decir que la mayoría de sus dirigentes, por no decir todos, con Rajoy al frente necesitan pasarse unos cuantos lunes al sol.

miércoles, junio 10, 2015

El imperio del miedo

Cansados ya de oír decir al gobierno presidido por Rajoy y al partido que lo sustenta de que se van a aplicar medidas para acabar con le corrupción y de proponer establecer pactos para ello, estamos observando como todo eso queda en nada y como día a día se descubren nuevos y escandalosos casos de corrupción que en su inmensa mayoría son perpetrados por cargos públicos y orgánicos del Partido Popular. Hasta el momento presente las únicas medidas que desde el Gobierno se han planteado han sido las de aquel globo sonda lanzado por el ministro de Justicia en el sentido de multar a la prensa por revelar secretos sumariales y la más reciente consistente en cambiar las leyes prohibiendo que se les saquen fotos a los detenidos, no hace falta ser muy perspicaz para darse cuenta de que esta última intención es consecuencia de la detención de Rato, dos iniciativas que solo contribuyen a proteger al corrupto y al delincuente y no precisamente al delincuente común sino al de guante blanco. Desde luego es de todo punto innegable que al Gobierno no está por la labor y sí lo está por salvaguardar sus intereses políticos sembrando la duda, la confusión y el miedo entre los españoles. Nos hablan del régimen venezolano y de las maldades del tarugo de Maduro, por cierto elegido democráticamente y gozando del apoyo de una mayoría parlamentaria sin duda alguna utilizada de forma poco, nada, democrática. Recordemos cuando desde el PP legitiman las barbaridades de tipo social y económico y también en el plano de las libertades, no olvidemos la “Ley Mordaza”, cometidas por el Gobierno de Rajoy y lo hacen desde la, según ellos, mayoría parlamentaria de la cual disfrutan y que les autoriza a actuar de forma cuasi dictatorial. Los mismo, los mismito, que también disfruta Maduro. Algo que no tiene justificación, una mayoría parlamentaria en un país democrático no autoriza, ni mucho menos, a atropellar los intereses de la ciudadanía. Maduro y Rajoy lo están haciendo. Las diferencias entre uno y otro son mínimas por no decir inexistentes. Practican la prepotencia, la arrogancia, la soberbia y el ordeno y mando. Intentan distraernos con la represión en Venezuela, la hay en otros muchos lugares del mundo, pero en Venezuela hay petróleo y en esos otros lugares no, y por otro lado nos endilgan la “Ley Mordaza”. Nos quieren meter el miedo en el cuerpo tras la debacle y antes de producirse esta, del resultado de las últimas elecciones municipales y autonómicas, el PP ha perdidos más de dos millones y medio de votos y como consecuencia de ello la pérdida de muchas alcaldías y comunidades autónomas y comenzaron a introducir el miedo, el temor y la confusión criticando el populismo, algo que ya puso en práctica el PP en las generales de noviembre de 2011, ofreciendo el oro y el moro y bálsamos maravillosos para curar todos los males que sufríamos y seguimos sufriendo, los españoles y que como hemos podido ver era una especie del bálsamo de Fierabrás sin propiedad curativa alguna salvo en la calenturienta mente de Alonso Quijano. Posteriormente han incidido en que se van a formar una especie de soviets en los barrios de los pueblos y ciudades y que será el movimiento asambleario quien decida el modo de gobernar. Dicen esto y obvian reconocer que por el contrario el Gobierno ha establecido el ordeno y mando. Hablan de la introducción del yihadismo en España como forma de gobierno y no reconocen que estos cuatro últimos años el nacional-catolicismo se ha reafirmado en nuestro país. Nos anuncian la vuelta de la Inquisición y no mencionan la quema en la hoguera de los jueces Garzón y Silva y no por actuar como herejes sino como defensores de la ortodoxia en el campo de la Justicia. Nos anuncian la formación del gansterismo político organizado en España y no hablan para nada de la Gürtel y de la Púnica y de otros muchos casos de corrupción de profundo calado. Nos anuncian el asentamiento del radicalismo y no nos dicen donde está la extrema derecha en España, pero no hace falta, todos sabemos dónde está, basta con recordar aquellas palabras que pronunció Aznar cuando ganó las elecciones en 1996 y que fueron: “Hemos ganado estas elecciones cuando no queda nadie a nuestra derecha”. La cosecha de votos de la derecha se ha visto muy mermada y piensan recuperarla y aumentarla sembrando entre la sociedad española la semilla del odio, del temor, de la duda, de la confusión, del terror y del imperio del miedo en definitiva, algo que ya hicieron otros de infausto recuerdo y que no produjo tiempos felices y sí mucha hambre y miseria.

miércoles, junio 03, 2015

Más allá del límite

Después de la decisión judicial de que se procediera a detener en su domicilio al que hasta hace pocos días era el delegado del gobierno en la Comunidad Valenciana, Serafín Castellano, creo que de una vez por todas se va a acabar con ese tópico tan malicioso como peyorativo en el que se acusaba de lentitud a la justicia española. En cinco días, del 25 al 29 de mayo recién pasados, se ha investigado y detenido al susodicho delegado del Gobierno, al que supuestamente se le achaca un trato de favor a una empresa que se vio favorecida con unos contratos con la Administración valenciana por un montante de unas cuantas decenas de millones de euros. Otro tanto ha ocurrido con el alcalde en funciones del Ayuntamiento de Valladolid, León de la Riva, contra el que se ha dictado sentencia por desobediencia. Al igual que en el caso de Serafín Castellano y en el transcurso de los mismos cinco días, el juez ha decidido llevar a efecto la condena mediante la cual se inhabilita durante trece meses al alcalde vallisoletano para ejercer cargo público alguno. La verdad es que no creo que esto pueda hacer desistir a los que piensan, pensamos, que la justicia en España funciona con lentitud. Lo de Castellano no se descubre y se investiga en cinco días y tampoco lo de De la Riva, esto viene de mucho, muchísimo, antes. Se podría decir que la ejecución de la detención del jefe de las fuerzas de seguridad del Estado en la Comunidad Valenciana y del alcalde en funciones de Valladolid, su demora, ha sido motivada por un acto de “benevolencia” judicial, como también se podría pensar que visto lo que le ha sucedido a los exjueces Garzón y Silva, al primero por el caso Gürtel y al segundo por firmar los dos decretos que motivaron el ingreso en prisión de Miguel Blesa, el de la debacle de Bankia y de las tarjetas Black, se podría pensar, repito, el que algunos jueces puedan estar sufriendo un ataque de “prudencia” a la hora de tomar decisiones, sobre todo en periodo electoral, que pudieran afectar a cargos públicos y orgánicos del PP y como consecuencia de ello al propio Partido Popular en lo que a sus intereses, obtención de votos, se refiere. Si esto fuera así resultaría algo comprensible, no asumible ni entendible, pero si comprensible. Hasta cierto punto. El miedo es libre y ante ello cada cual actúa como mejor lo pueda estimar. Todo esto me recuerda a la actuación del fenecido juez Marino Barbero que entendió en el caso Filesa y que sin temor alguno en cada ocasión en que se celebraba cualquier comicio electoral, local, nacional o europeo, sacaba a la calle en qué situación estaba la instrucción de aquel asunto. Claro que entonces gobernaban los socialistas, el caso comenzó en 1991 y el juicio comenzó en 1997, Aznar “entró” en el 96, y durante el mandato de Felipe González no se “molestó” ni mucho menos se “amonestó” a juez alguno. Ante todo esto ahora comienzo a preguntarme si el que esté previsto no comenzar el juicio del caso Gürtel que se destapó en 2007, hace ocho años, hasta bien entrado 2016 no pueda ser debido a que a finales de este año, en noviembre, están previstas las elecciones generales y es el PP el que está gobernando. Pero resulta curioso lo que les ocurre a algunos cuando van más allá del límite que marca la decencia y la honestidad en el quehacer político. En el caso de Francisco Granados, el que fuera número dos de Esperanza Aguirre, este está ocupando un calabozo en una cárcel a cuya inauguración asistió y en el de Serafín Castellanos, el jefe de las fuerzas de seguridad del Estado en la Comunidad Valenciana fue sacado de su domicilio esposado por sus propios subordinados. Fuerte, muy fuerte. Son las vueltas que da la vida. Rajoy afirmó durante la pasada campaña electoral que en España ya no se habla de paro. Fue prudente y no dijo que tampoco se hablaba de corrupción. De haberlo hecho así el batacazo verbal hubiera sido doble. Resulta fácil imaginar el sudor frío que sin duda alguna le entró a Rajoy cuando supo de la detención de Castellano, ya que el varapalo que el PP sufrió en el pasado día electoral hubiera sido, seguro, mucho mayor de haberse producido esta detención unos días antes.