Hacia una España Mejor

martes, febrero 23, 2010

El origen del mal


“Llora, llora como mujer lo que no supiste defender como hombre” dijo la madre de Boadbil a este cuando rindió Granada a los Reyes Católicos. Algo parecido les está ocurriendo a los gobernantes de los países desarrollados, principalmente a los europeos, que tuvieron una ocasión única para tomar medidas contra los que controlan el dinero, los banqueros, en esos países. En lugar de “empapelarles” judicialmente por ser causantes de la mayor crisis que se ha producido en los comienzos del siglo XXI y no creo que hasta que este finalice se pueda producir otra mayor porque en ese caso la cosa sería para tirarse por el balcón como ocurrió en el “martes negro” de Wall Street, exactamente el 29 de octubre de 1929, en lugar de “empapelarles” judicialmente, repito, les empapelaron las paredes de sus cajas fuertes con papel moneda de curso legal. Ahora se lamentan estos dirigentes, lo han hecho recientemente en una reunión celebrada en Londres a la que asistieron los primeros ministros del Reino Unido y de Grecia junto con el presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, y han mostrado su frustración al darse cuenta de que aquellos a los que debieron “poner en orden” y en cambio les ayudaron, ahora se han convertido en sus principales inquisidores pidiendo y exigiendo soluciones y criticando la gestión de esos gobernantes para salir de la crisis, cuando son ellos, los banqueros, los que tienen el as, el dinero, en la mano para hacer que todo pueda comenzar a funcionar y dar una mayor agilidad y dinamismo para salir cuanto antes de ese hoyo en que todos estamos metidos, todos menos ellos, los banqueros, que además cometen el insultante acto de hacer público que se jubilan con indemnizaciones de casi 80 millones de euros. ¡El colmo de la desvergüenza y de la falta de respeto a millones y millones de ciudadanos que lo están pasando muy mal!
No sé si alguien ha pronunciado esta frase anteriormente, pero si no ha sido así yo asumo su autoría. Esta frase, que va dirigida a los gobernantes de los países “siniestrados”, creo que es bastante expresiva y se concreta en lo siguiente: “Si no controlas el origen del mal, ese mal acabará contigo”. El origen del mal está en quienes tienen los medios y no los ponen a disposición de los demás demostrando así su insolidaridad y su avaricia.