Zapatero confió en los bancos
Una de las propuestas del Gobierno para salir de la crisis y en concreto para ayudar a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas consiste en conceder préstamos directos del ICO de hasta 200.000 euros, asumiendo, además, el 100% del riesgo de impago, me parce una medida excelente que sin duda alguna contribuirá a mejorar la situación financiera de muchos autónomos y pymes y como consecuencia de ello crear puestos de trabajo.
Un poco ha tardado el Gobierno en darse cuenta de que hacerlo a través de la banca privada no estaba siendo efectivo y que creaba una serie de dificultades que han llevado a muchos componentes de este segmento empresarial tan importante en España, como son autónomos y pymes, a tener que cerrar cuando de haber recibido la ayuda no se hubieran visto abocados a ello. Para nadie es un secreto que los préstamos ICO, tal y como estaba, y sigue estando, estructurada su concesión, en muchísimos casos no están sirviendo más que para que cierta parte de las entidades financieras “hagan caja” haciendo uso de una cuasi descarada extorsión a los que les concedían los préstamos ICO, condicionándoles, obligándoles, para su concesión, a comprar acciones de la entidad de crédito o bien dejar un 25% del préstamo a plazo fijo hasta que se amortice el préstamo ICO. Podrían dar algún nombre de alguna de estas entidades pero me lo reservo para mejor ocasión.
Zapatero ha confiado demasiado en la banca y el poner en manos de ella la gestión de estos préstamos del ICO, al no disponer de una banca pública ya que el grupo Argentaria, fundado en 1991, formado mediante la fusión de diversos bancos de propiedad pública, agrupados precisamente para privatizarlos a todos, fue privatizado y posteriormente el Gobierno de Aznar autorizó en 1999 la fusión con el Banco Bilbao Vizcaya hoy BBVA, nos llevó a que actualmente nos encontremos sin una banca de propiedad pública lo que nos ha colocado en una situación de total y absoluta dependencia de la banca privada lo cual, como se está demostrando, no es nada beneficioso para los intereses generales. La banca privada, tiene como misión principal “almacenar” dinero aunque para ello deje tras de sí un reguero de cadáveres en lo que supone el duro camino que muchas empresas tienen que recorrer antes de perecer. Es un negocio muy respetable pero poco solidario. Ellos van a lo suyo.
Pero el Gobierno propone corregir esta anomalía en la concesión directa de los préstamos ICO y rectificar es de sabios, me gusta que la gente, en este caso el Gobierno, rectifique, máxime cuando sin duda alguna es para mejorar. Los gobiernos que nunca rectifican me causan pavor. Equivocarse, o confiar demasiado en los demás, es de humanos y por lo tanto hay que valorar positivamente esta medida que propone el Gobierno.
Aunque, todo hay que decirlo, me parece que el Gobierno va a tener problemas con esto ya que al no disponer de una banca propia, pública, piensa elegir, mediante concurso, una entidad para comercializar los préstamos, pero será el ICO quien otorgue directamente los préstamos y asuma por completo el riesgo del impago, pero esto crea una competencia a la banca que podría imposibilitar su disposición a servir de mero intermediaria cobrando a cambio una simple comisión. Espero equivocarme.
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