Son como niños
Menuda “perra” han cogido estos del Partido Popular con el dichoso anticipo de las elecciones generales. Llevan la tira de tiempo pidiendo la convocatoria de elecciones anticipadas y ahora que el presidente del Gobierno lo ha llevado a efecto ahora quieren más, una, la heroína de Bombay, Esperanza Aguirre, las quiere para septiembre, otro, Esteban González Pons, no las quiere para mañana ni pasado, las quiere para…ayer. Son como niños, quieren la piruleta ¡ya! De todo esto lo que más me llama la atención es el motivo de las prisas: Aprovechar que la cosa económica está bastante revuelta, pero no en España sino a lo ancho y a lo largo del mundo mundial, creen en el PP que este es su momento y quieren convertirse en una especie de ave Fénix y resurgir de las cenizas pero el dinero no es como la mitológica ave que se quemaba cada quinientos años y resurgía de sus propias cenizas, el dinero es algo muy combustible y volátil, se quema con facilidad y se lo lleva el viento con suma ligereza. El que se ha quemado es irrecuperable y el que se lo ha llevado el viento muy difícil de recuperar.
De todos modos una cosa si es segura y esta no es otra que se ve a legua que las prisas del PP, las de Rajoy y sus mairiachis, no son por otro motivo que el de que son conscientes de que el discurso se les acaba que la gente está ya cansada de oír siempre la misma aburrida y cansina letanía y temen que ello puede perjudicar a su candidato que más bien parece ya una cinta grabada de esas que te responden cuando llamas para reclamar algo ante una empresa de telefonía o eléctrica que una crítica o una oferta electoral constructiva, razonada y razonable. Rajoy habla como si fuera un autómata sin mover un solo músculo de su cara, yo creo que hasta él mismo se ha cansado ya de repetir una y otra vez el mismo discurso electoralista y es consciente de que puede llegar el momento en que el personal pase de él y ni tan siquiera le escuche. Rajoy, cierto es que nunca ha entusiasmado a nadie, no atrae a los ciudadanos, es más, dentro de su propio partido y dentro del grueso de los votantes del PP no levanta los ánimos a nadie y aún sigue sin ser aceptado sin ningún tipo de condicionamiento como lo era Aznar, es por ello por lo que en el PP temen que su “locomotora” no aguante y que llegue a la estación de destino en primer lugar sí, pero en muy malas condiciones, me refiero a lograr una mayoría absoluta. Ese es el temor, el miedo, que tienen los populares de ahí esa ansiedad por conseguir el triciclo. En el fondo son como niños.
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