Supongo don Mariano...
Supongo don Mariano, que ahora que usted ha tomado posesión de la presidencia del Gobierno, lo primero que hará usted, en el primer consejo de ministros de celebre, será el restituir a los funcionarios el dinero que se les descontó de su salario. Supongo don Mariano, que a los pensionistas y jubilados les repondrá el dinero perdido equivalente a los meses que han tenido congelada la pensión. Supongo don Mariano, que procederá también a dejar la edad de jubilación como estaba antes de aumentarla en dos años más, es decir, a los 65 años, así como dejar sin efecto todo lo relacionado con los años de cotización para poder optar a una pensión así como los años para establecer el cálculo de la base de la pensión. Supongo don Mariano, que los días a pagar por despido quedarán como antes de que fueran reducidos fuera por el motivo que fuese, procedente o improcedente. Supongo don Mariano, que restituirá la norma de que cuando un trabajador haya estado 24 meses contratado dentro de los últimos 36 meses, debe de ser considerado como trabajador fijo, es decir hacerle un contrato indefinido. Todo esto y no sé si se me olvida algo más supongo don Mariano, que lo pondrá usted en su justo lugar, porque supongo don Mariano, que usted sabe que una norma se deroga con otra y ahora que usted gobierna y además con mayoría más que absoluta, no le va a ser difícil el dejar las cosas como estaban.
Supongo don Mariano, que usted se acordará de la mal que le sentó a usted el que el Gobierno anterior adoptará todas estas medidas y lo mucho y duramente que usted las criticó por lo que supongo don Mariano, que si usted es un hombre que actúa a calzón quitado como en cierta ocasión dijo y por tanto reúne la suficiente seriedad y dignidad para ser responsable y mantener su postura, aquella en la que tan indignado se mostraba por lo que el Ejecutivo anterior hizo, supongo don Mariano, que todo lo dicho anteriormente se va a subsanar y que todos aquellos que salieron perjudicados por esas medidas se vean, no quiero decir recompensados, no, porque se trata de devolverles lo que era suyo, se vean, repito, debidamente considerados y tratados.
Supongo don Mariano, que no se habrá olvidado de esos que usted tanto ha mencionado, emprendedores, autónomos, pequeños y medianos empresarios y familias y que pondrá “firmes” a los banqueros para que concedan a estos los créditos necesarios para montar o revitalizar sus negocios y para poder adquirir una vivienda. También supongo don Mariano, que anulará usted la subida del IVA tan criticada y denostada por usted y los suyos.
Supongo don Mariano, que usted tendrá el suficiente sentido común como para no dejarse llevar por los obispos y dedicar los primeros meses de su gobierno a lo de modificar la Ley del Aborto y a anular la del matrimonio entre personas del mismo sexo y que a pesar de los obispo usted seguirá adelante con la Ley de la Libertad Religiosa. Esto en lo que se refiere a la Iglesia. Y supongo don Mariano, que tampoco considerará usted prioritario acometer la reforma de la ley del tabaco o derogar la Ley de Educación para la Ciudadanía. Como supongo don Mariano, que respetará usted el escaso y opaco contenido de la Ley de la Memoria Histórica. Supongo don Mariano, que en esta “borrachera” de derogaciones y anulaciones no acometerá usted la anulación de la Ley del Divorcio, porque los hay entre ustedes que se han casado más de una vez, incluso tres.
Supongo don Mariano, que acometerá usted de inmediato todas las acciones tendentes a reforzar el alicaído Estado del Bienestar y prestará especial atención a todo lo público, en particular a la Educación, a la Sanidad y la ayuda a los dependientes. Y supongo don Mariano, que le “meterá” usted mano de inmediato a su oferta estrella: La creación de empleo, ahí creo don Mariano, que va a tener usted su talón de Aquiles.
Supongo don Mariano, que todo esto lo tendrá usted presente y que lo solucionará de inmediato.
Supongo don Mariano, que usted se acordará de la mal que le sentó a usted el que el Gobierno anterior adoptará todas estas medidas y lo mucho y duramente que usted las criticó por lo que supongo don Mariano, que si usted es un hombre que actúa a calzón quitado como en cierta ocasión dijo y por tanto reúne la suficiente seriedad y dignidad para ser responsable y mantener su postura, aquella en la que tan indignado se mostraba por lo que el Ejecutivo anterior hizo, supongo don Mariano, que todo lo dicho anteriormente se va a subsanar y que todos aquellos que salieron perjudicados por esas medidas se vean, no quiero decir recompensados, no, porque se trata de devolverles lo que era suyo, se vean, repito, debidamente considerados y tratados.
Supongo don Mariano, que no se habrá olvidado de esos que usted tanto ha mencionado, emprendedores, autónomos, pequeños y medianos empresarios y familias y que pondrá “firmes” a los banqueros para que concedan a estos los créditos necesarios para montar o revitalizar sus negocios y para poder adquirir una vivienda. También supongo don Mariano, que anulará usted la subida del IVA tan criticada y denostada por usted y los suyos.
Supongo don Mariano, que usted tendrá el suficiente sentido común como para no dejarse llevar por los obispos y dedicar los primeros meses de su gobierno a lo de modificar la Ley del Aborto y a anular la del matrimonio entre personas del mismo sexo y que a pesar de los obispo usted seguirá adelante con la Ley de la Libertad Religiosa. Esto en lo que se refiere a la Iglesia. Y supongo don Mariano, que tampoco considerará usted prioritario acometer la reforma de la ley del tabaco o derogar la Ley de Educación para la Ciudadanía. Como supongo don Mariano, que respetará usted el escaso y opaco contenido de la Ley de la Memoria Histórica. Supongo don Mariano, que en esta “borrachera” de derogaciones y anulaciones no acometerá usted la anulación de la Ley del Divorcio, porque los hay entre ustedes que se han casado más de una vez, incluso tres.
Supongo don Mariano, que acometerá usted de inmediato todas las acciones tendentes a reforzar el alicaído Estado del Bienestar y prestará especial atención a todo lo público, en particular a la Educación, a la Sanidad y la ayuda a los dependientes. Y supongo don Mariano, que le “meterá” usted mano de inmediato a su oferta estrella: La creación de empleo, ahí creo don Mariano, que va a tener usted su talón de Aquiles.
Supongo don Mariano, que todo esto lo tendrá usted presente y que lo solucionará de inmediato.
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