Una pareja ejemplar
Ese ¿tópico? tan generalizado de que en esta vida todo es malo, desdichado y desgraciado no es así, no todo es malo en lo que respecta al desarrollo social y económico de las personas, de la mayoría de ellas. Nuestras jóvenes parejas se quejan constantemente de que no pueden salir a flote aún a pesar de estar ambos trabajando, los que tengan trabajo, claro, porque los que no lo tienen se quejan mucho más y no les falta razón.
Pero hay ejemplos de otras parejas, no muchas, la verdad, que demuestran que trabajando los dos se puede llegar a formar un patrimonio económico importante compuesto por varios inmuebles. Sin ir más lejos ahí tenemos a los Duques de Palma, Cristina de Borbón y Grecia e Iñaki Urdangarín, que en cosa de cuatro o cinco años han conseguido ellos y sus empresas reunir un patrimonio con un coste de compra de 7,3 millones de euros, según informa el diario “Público”. En 2004 adquirieron en Barcelona un palacete, por 6 millones de euros en el cual residen.
Las demás parejas jóvenes se quejan de que aún a pesar de trabajar los dos como en el caso de la infanta y su esposo, apenas pueden sobrevivir porque la hipoteca se los “come”. También se quejan de que no pueden aspirar a tener muchos hijos, uno o dos como máximo, para “traer” el segundo se lo piensan muy mucho, porque no los pueden atender debidamente y mucho menos dedicarles los medios necesarios para que puedan formarse adecuadamente, es decir, llevarlos a un “buen” colegio, y alimentarles y vestirles lo mejor posible. Los duques de Palma, una pareja ejemplar, han demostrado que trabajando ambos se pueden tener muchos hijos, ellos tienen cuatro. Por tanto con esto se demuestra que no hay nada imposible y que todos y todos son susceptibles de mejorar.
Ahora, dejando de lado sarcasmos e ironías, decir que si es cierto todo lo que en los distintos medios de comunicación se está diciendo, y me temo que son muy ciertos, manifestar por mi parte, que me parece una falta de respeto y de consideración hacia todas esas jóvenes parejas que no ya solamente se ven incapacitados económicamente para hacer frente a la hipoteca de su vivienda e imposibilitados por su situación laboral y económica a tener los hijos deseados sino que además tienen que presenciar este tipo de asuntos, tan desagradables como improcedentes, dentro de la más absoluta impotencia. Esto es un agravio comparativo que supone una afrenta a los demás al propio tiempo que crea una situación de falta de credibilidad hacia la máxima representación del Estado.
Veremos que nos dice su majestad Juan Carlos I cuando se dirija a los españoles en su discurso de Navidad. Nos deseará Paz y Felicidad a todos, como siempre.
Pero hay ejemplos de otras parejas, no muchas, la verdad, que demuestran que trabajando los dos se puede llegar a formar un patrimonio económico importante compuesto por varios inmuebles. Sin ir más lejos ahí tenemos a los Duques de Palma, Cristina de Borbón y Grecia e Iñaki Urdangarín, que en cosa de cuatro o cinco años han conseguido ellos y sus empresas reunir un patrimonio con un coste de compra de 7,3 millones de euros, según informa el diario “Público”. En 2004 adquirieron en Barcelona un palacete, por 6 millones de euros en el cual residen.
Las demás parejas jóvenes se quejan de que aún a pesar de trabajar los dos como en el caso de la infanta y su esposo, apenas pueden sobrevivir porque la hipoteca se los “come”. También se quejan de que no pueden aspirar a tener muchos hijos, uno o dos como máximo, para “traer” el segundo se lo piensan muy mucho, porque no los pueden atender debidamente y mucho menos dedicarles los medios necesarios para que puedan formarse adecuadamente, es decir, llevarlos a un “buen” colegio, y alimentarles y vestirles lo mejor posible. Los duques de Palma, una pareja ejemplar, han demostrado que trabajando ambos se pueden tener muchos hijos, ellos tienen cuatro. Por tanto con esto se demuestra que no hay nada imposible y que todos y todos son susceptibles de mejorar.
Ahora, dejando de lado sarcasmos e ironías, decir que si es cierto todo lo que en los distintos medios de comunicación se está diciendo, y me temo que son muy ciertos, manifestar por mi parte, que me parece una falta de respeto y de consideración hacia todas esas jóvenes parejas que no ya solamente se ven incapacitados económicamente para hacer frente a la hipoteca de su vivienda e imposibilitados por su situación laboral y económica a tener los hijos deseados sino que además tienen que presenciar este tipo de asuntos, tan desagradables como improcedentes, dentro de la más absoluta impotencia. Esto es un agravio comparativo que supone una afrenta a los demás al propio tiempo que crea una situación de falta de credibilidad hacia la máxima representación del Estado.
Veremos que nos dice su majestad Juan Carlos I cuando se dirija a los españoles en su discurso de Navidad. Nos deseará Paz y Felicidad a todos, como siempre.
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