¿Hasta cuando?
A medida que va pasando el tiempo se puede observar muy claramente la indefensión en que nos hallamos los ciudadanos teniendo que soportar a una serie de inútiles incompetentes decir cosas y pronunciar frases que solo tienen un fin: Dejar bien claro que para ellos los españoles somos poco menos que un hatajo de borregos que no merecen ningún respeto.
Llevamos ya casi año y medio de nuevo gobierno y Mariano Rajoy aun no se ha dignado explicarnos a los españoles que es lo que en su día vio en Cristóbal Montoro, en Fátima Bañez y en José Ignacio Wert para merecer estos ser ministros. No ha sorprendido, en absoluto, que al primero le haya enmendado la plana la Unión Europea dejándole bien claro que el déficit del pasado año no fue el que él nos “vendió” a los españoles sino que fue superior. La segunda erre que erre con que la reforma laboral ha sido un éxito cuando desde que el Gobierno la aprobó hay 800.000 parados más. En cuanto al tercero decir que solo abre la boca para soltar chorradas y barbaridades. La última ha sido la de asegurar que tener la generación más preparada de la historia es “irrelevante”, cuando es todo lo contrario: Lo que se pone de relieve es que a pesar de ello, de tener la generación mejor preparada de la historia, es una generación sin futuro y de ello tienen culpa los que gobiernan. Cito una “parida” de cada uno de los tres porque citarlas todas sería como la historia interminable. Pero ahí están los tres, haciendo de ministros. Ni ellos pudieron llegar a más ni España a menos. Claro que se comprende el porqué si tenemos en cuenta quien es el presidente del Gobierno.
Pero no son solamente los que pertenecen al Gobierno los que a diario nos toman el pelo. Tenemos al intachable banquero, Emilio Botín, que ha dicho que “España ya es un país competitivo”. Imagino que esa competitividad la tendrá España con Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre, para ver quien se va antes a hacer puñetas. Y ya que hablamos de banqueros hay que hablar del Banco de España que ha instado a utilizar la reforma laboral para bajar más los salarios, cosa que ha sido muy celebrada por el presidente de los patronos. He leído la noticia entera y no he visto por parte alguna lo que esperaba encontrar que no era otra cosa que el anuncio del presidente del Banco de España y de sus mairiachis de que iban a dar ejemplo bajándose ellos los sueldos. Eso queda para el populacho y principalmente para esos tres millones de personas en pobreza extrema y para otros once millones que por la baja de las rentas están bajo el umbral de la pobreza.
Especial atención merece el señalar que esa reforma “milagrosa” que tanto defiende la ministra de Desempleo no es tan mala como parece. Lo es para aquella inmensa mayoría de trabajadores que gracias a la reforma laboral de Rajoy pueden ser despedidos por cuatro perras gordas, pero no para aquellos como el que fuera empleado del Partido Popular y exesposo de la ministra Ana Mato, Jesús Sepúlveda, cuyo despido nos ha costado a los contribuyentes 229.000 euros y digo a los contribuyentes y digo bien porque el PP ha recibido del Estado en el pasado año 39 millones de euros de subvención. Uno de los voceros del PP, Carlos Floriano, el ilustre Floriano, lo que hay que hacer para comer todos los días, ha dicho que es sangrante el tener que haberle pagado esos 229.000 euros a Sepúlveda. Sangrante para los españoles que son los paganos. Con buen pito bien se pita. Por no decirlo del modo tan español con que solemos decirlo. Y si es el dinero de los, para ellos, “tontorrones”, miel sobre hojuelas. Así sí se puede ser generoso a la hora de pagar despidos. A mí no me parece “sangrante” como a Floriano, a mi me parece una escandalosa barbaridad. No sabía que sellar una boca pudiera costar tanto dinero. No puede sustraerme a señalar otra frase de Carlos Floriano mediante la cual dijo que la libertad de expresión debería tener límites. Preocupante el personaje. ¿No?
Lo de poner el registro civil en manos de los registradores de la propiedad como ha hecho Gallardón me parece que no es muy ético cuando Rajoy y la nuera del ministro de Justicia son registradores de la propiedad. Esta “entrega” supone unos ingresos de decenas de millones de euros para los registradores.
Eso sí, Carlos Floriano por una vez ha sido claro, honesto y sincero al decir que “somos el partido más transparente de España”. Tan transparente es que se le ven todas sus vergüenzas.
¿Hasta cuándo vamos a consentir que cuatro incompetentes inútiles e incapaces nos sigan tomando el pelo?
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