La hija del Rey
A medida que se van produciendo nuevos acontecimientos en todo lo que concierne al caso Urdangarín, creo que todos nos vamos dando cuenta de que aquello que dijo el Rey de que todos somos iguales ante la ley, no es más que una frase que suena muy bien y que despierta, en los ciudadanos una cierta credibilidad hacia quien la pronuncia. Pero una cosa son las palabras y otra muy distinta la realidad. Los hechos.
En lo que concierne a la Infanta Cristina son muchos los españoles que no acaban de entender muy bien la actitud de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado oponiéndose a la decisión del juez Castro de citar a declarar a la esposa de Urdangarín como antes lo ha hecho con la esposa del socio de este, que está imputada y que por cierto no figura en documento societario alguno mientras que la hija del Rey sí consta como parte en una de las sociedades investigadas. Creo que a los españoles no se nos ha explicado y considero que el caso merece una explicación sobre el porqué se ha producido algo tan inusual como el que la Fiscalía se oponga a que se llame a declarar a una persona para que pueda coadyuvar a aclarar unos presuntos hechos delictivos, han sido muchos los expertos en Derecho que se han sorprendido de que tal cosa se haya dado y que mucho menos la Abogacía del Estado haya hecho otro tanto cuando ya que la Infanta, será todo lo sucesora que sea, en séptima posición, a la Corona pero no deja de ser una ciudadana como otra cualquiera, el que su padre sea el Jefe del Estado no quiere decir que las instituciones antes citadas, que pagamos todos los españoles y a las que no tenemos derecho a que nos defiendan, tengan que intervenir para salvar sus intereses personales, pues lo ocurrido con el caso Urdangarín no es algo que beneficie al Estado precisamente, sino todo lo contrario, le perjudica, se trata de un asunto muy personal y de una cuestión donde presuntamente se ha hecho un uso indebido de los dineros públicos. Creo que todo esto merece una explicación que dudo mucho se vaya a dar. A mi estas dos actuaciones me escandalizan.
El juez del caso Nóos ha pedido a la Agencia Tributaria las diez últimas declaraciones de la renta de la Infanta, pero esta, a través de su defensa, ha rechazado entregarlas, algo que contribuye más aún a poner en duda eso de la “transparencia” que se pretende afecte también a la Casa Real y como consecuencia de ello a la Infanta porque está claro que si la Fiscalía y la Abogacía del Estado han salido en su defensa será por pertenecer a la Familia Real. Creo que por su procedencia familiar es a la Infanta y a sus progenitores a quienes más les interesa no oponerse a esta petición del juez José Castro, por lo que representan y por el ejemplo de “transparencia” en todos sus actos, que deben dar. Con esta oposición no hacen más que sembrar dudas y todo tipo de especulaciones y comentarios que no favorecen, en absoluto, a la Casa del Rey, como en el caso de la esposa del César, no basta con ser honrados sino que además hay que parecerlo. Es evidente que la Corona está pasando por un mal momento en lo que a credibilidad y confianza se refiere y que alguien, con sus malos o equivocados consejos, está hurgando más en la herida. Es precisamente en situaciones como estas cuando un Jefe de Estado y sus familiares deben actuar con la máxima transparencia.
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