Salmones contra corriente
No tengo el menor inconveniente en confesarlo, se podrá decir que soy algo “masoca”, pero soy bastante adicto a las tertulias de periodistas que se emiten a través de las distintas cadenas de televisión, salvo 13TV la cadena de los obispos, no he podido resistir más de tres minutos el debate de esta emisora y siempre me queda la duda de si sus participantes, al final de la tertulia, se confiesan y comulgan por todo lo dicho durante la discusión.
Como es sabido en estos debates participan periodistas que nos hablan de cómo están las cosas realmente y de de la falta de soluciones y de inmediato conectamos con ellos porque nos están hablando de una realidad palpable y que desgraciadamente es conocida por la inmensa mayoría de los españoles. No sé porqué desde determinados sectores de la derecha afectos al actual Gobierno estos periodistas son tildado de “izquierdosos” y de que lo único que pretenden es derribar al Gobierno y sembrar el caos, cuando el caos lo está sembrando el Gobierno de Rajoy. Esto me recuerda aquel chiste ilustrado de la revista de los años 70 “Hermano Lobo” donde se podía ver a un político subido en lo alto de la tribuna y dirigiéndose a los asistentes les decía en tono amenazador: “¡O nosotros o el caos!”. A lo que los oyentes le respondían: “¡El caos! ¡El caos!”. “¡No importa -les contestó el político- nosotros también somos el caos!”.
Luego están esos otros periodistas tertulianos que intentan a toda costa desmentir todo lo que los llamados “izquierdosos” denuncian, en un vano intento por justificar lo injustificable llegando incluso a asegurar, en estos últimos días lo hacen a diario, que dentro de dos o tres meses las cosas van a mejorar atreviéndose a afirmar que de hecho ya están mejorando. Por cierto, el FMI retrasa el crecimiento económico de España hasta el año 2015. Yo a estos no les llamo la “derechona”, más bien los clasifico como pertenecientes a la familia de los salmones. Cuando les oigo hablar se me reproducen en la mente esas escenas que solemos ver en los documentales sobre la naturaleza donde vemos a esos miles y miles de salmones intentando remontar un río de aguas embravecidas luchando contra la corriente que forman los rocosos rápidos donde muchos de ellos mueren por agotamiento, son miles los que no consiguen volver posteriormente al mar después de su aventura por ir a desovar al lugar donde nacieron: el rio. Cuando comparo a esos periodistas que nos cuentan que estamos como Alicia en el País de las Maravillas con los salmones, pienso e indago en qué lugar nacieron y compruebo que algunos de ellos ocuparon cargos orgánicos importantes tanto en la antigua Alianza Popular como en el actual Partido Popular, cargos importantes y remunerados, y otros fueron cargos de confianza de algún que otro ministro en los gobiernos de Aznar, también cobrando su correspondiente soldada. Compruebo estos hechos y comprendo el porqué de su empeño en nadar contra corriente como hacen los salmones que no han olvidado donde nacieron, cual es su punto de origen y estén donde estén vuelven a él a pesar de que el camino es largo y sembrado de dificultades. Defienden sus orígenes y luchan por volver a ellos y es muy posible que cuando lo hacen sean conscientes de que están confundiendo y engañando a los demás.
En una tertulia que tuvo lugar en el programa de los sábados de la Sexta, “La Sexta Noche”, el periodista Antonio Martín Beaumont, que fue presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular, en su acalorada defensa negando la relación de Bárcenas con el PP llegó a decir que buena prueba de que el Partido Popular no tenía nada que ver con su extesorero y exgerente era el hecho de que este estaba en la cárcel precisamente cuando el Gobierno es del Partido Popular. La frase, en mi opinión no pudo ser más desafortunado, pues cualquier mediano observador se daría cuenta de que lo que Beaumont estaba dando a entender es que un Gobierno puede meter o sacar de la cárcel a quien se le antoje cuando solo se puede dar el hecho es excarcelar a alguien por indulto, pero nunca un Gobierno es el que decide quien tiene que ir a la cárcel o no, esto es potestad de la Administración de Justicia, de los tribunales. Si el Gobierno tuviera esa facultad todos tendríamos que preguntarnos que en qué país estamos. Aunque no sé porqué me viene a la memoria la excarcelación de Miguel Blesa.
En fin, que hay momentos en que uno lo que ve en las tertulias de televisión son salmones estresados dando brincos, en lugar de periodistas. Puesto a elegir me quedo con los que dicen que la cosa está jodida y que no se ven soluciones porque así es como las veo yo, lo que dicen los periodistas “asalmonados” es como contarnos el cuento de “Antoñita La Fantástica”.
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