Los verdaderos chorizos
Dentro del contexto de autocrítica que ha iniciado el Partido Popular para poder saber el grado de corrupción y los chorizos que puedan haber dentro de este partido político, han llegado a la conclusión de que ni hay corruptos ni chorizos, que todos sus componentes son muy buena gente y que donde verdaderamente se encuentran los chorizos es entre la ciudadanía. Para ellos los corruptos chorizos son los trabajadores que no declaran a Hacienda todo lo que ganan, según el ministro de Hacienda; los parados que están todos trabajando en la economía sumergida, según la ministra de Desempleo, Fátima Báñez; los enfermos crónicos que hacen uso y abuso del gasto en medicamentos, según la ministra de Sanidad, la cegata Ana Mato; todos los que están en situación de baja laboral y están trabajando, según asegura también la ministra de Desempleo; los pensionistas que nunca se mueren, para esto están aplicando soluciones como son las del copago de los medicamentos que muchos no pueden asumir y de hecho han dejado de tomar algunos medicamentos; de los que buscan comida en los contenedores de basura; los que piden ayudas a las distintas administraciones públicas porque no tienen para comer, pero que según la alcaldesa de Cádiz, una de las que han cobrado sobresueldos en el PP, disponen de cuenta en Twitter y que según ella esta cuesta dinero, no se ha enterado ella de que el Ayuntamiento que preside tiene instaladas zonas Wifi gratuitas para todos los ciudadanos en todo Cádiz, al igual que lo han hecho y están haciendo muchos ayuntamientos y centros comerciales para que precisamente los que están en mala situación económica y dispongan de un portátil comprado cuando su economía era distinta, puedan hacer uso de él sin que les cueste un céntimo la utilización de Internet; los corruptos chorizos son los ciudadanos que según una diputada valenciana del PP dicen estar necesitados y las ayudas que reciben se las gastan comprándose televisores de plasma, no sabemos cuántos sueldos cobra ella, porque en el PP esto es algo difícil de comprobar; o los que según el ministro de Incultura, Ignacio Wert, un esquizoide donde los haya, las familias que argumentan no tener recursos para pagar las tasas universitarias de sus hijos, afirma que se pueden dar casos, por lo visto él cree que todo el mundo está en su misma situación económica, porque no dedican recursos a eso en detrimento de usar recursos a otras cosas, digo yo que será que dejan a sus hijos sin estudios universitarios para poder disponer de dinero para sacar el carné para la temporada futbolera. Hasta ahora no se han metido con los que están pidiendo ayudas para comer y disponen de piso de su propiedad que adquirieron y pagaron cuando tenían trabajo y que los vendan para comprar comida y se vayan a vivir debajo de un puente de los muchos que hay aún sin “habitar”, pero no se tardará mucho en plantearlo. O sea que los corruptos, los chorizos no son los políticos, en particular los del PP, son los ciudadanos que hacen uso y abuso y se aprovechan de las “bondades” y de la “buena fe” de un Gobierno que se “desvive” para que todo el mundo viva bien y no escasee de nada.
La ministra Báñez, es la que más contundentemente se ha pronunciado para acabar con la corrupción y el “chorizismo” que reina entre el populacho. Ha instado a los vecinos a que se erijan en vigilantes de la honestidad ante la corrupción y el “choriceo” urbano y que denuncian a aquellos vecinos que bien están cobrando el paro o la baja por enfermedad y están trabajando, petición que ha hecho extensiva a los Empresas de Trabajo Temporal para que denuncien a los parados que están trabajando, cosa que, según han manifestado, estas empresas no están dispuestas a hacer. Hay que aplicar una política propia de los países totalitarios donde los vecinos se vigilan unos a otros para que nadie “dañe” los intereses del Estado, del Estado de los políticos, mientras que en estos no se fija nadie porque, comprobado está, donde más corrupción existe entre la clase política es en los países totalitarios. No afirmo que España pueda considerarse un Estado totalitario, todavía, pero sí que estamos en un grado de corrupción política bastante elevado, demasiado elevado, los gobernantes piden a los ciudadanos que se vigilen unos a otros para evitar el ser vigilados ellos. Se trata de distraer al personal en “controlar” aquello que menos daño ocasiona y que los gobernantes, los políticos corruptos y chorizos campen a sus anchas como ya está sucediendo.
Menos mal que en el Partido Popular se han “molestado” en estudiar donde radica el principal foco de corrupción de y “choriceo” en España. Está instalado entre la población. Era de esperar que el resultado de la “investigación” fuera este. Ha quedado claro que ni hay “choriceo” por parte de los políticos ni una situación de desgobierno.
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