Una larga primavera
Desde que Mariano Rajoy está al frente del Gobierno de España, los españoles vamos de sobresalto en sobresalto. Aún no hemos digerido el copago de los medicamentos, el “recetazo” como se le ha dado en llamar a esta medida de “ajuste”, cuando Rajoy, sin la menor compasión, sin darnos tiempo a reponernos de este último sobresalto, nos asegura que tiene un plan de reformas que durará hasta el verano. A los españoles esta primavera se nos va a hacer más larga que nunca y no estaremos deseando que llegue el verano para irnos de vacaciones, los pocos que se lo puedan permitir, sino para que de una vez por todas se acaben los “planes” de Rajoy.
Los españoles vamos conociendo, no poco a poco sino a marchas forzadas, aquel programa de gobierno que Rajoy no nos quiso desvelar durante la campaña electoral previa al 20N, aunque en su favor hay que decir que no supimos entenderle porque cuando se mostraba contrario a la subida de impuestos, al abaratamiento del despido, al copago de los medicamentos, a los recorte en Educación, nos estaba diciendo que eso era precisamente lo que él iba a hacer si llegara, como ha llegado, a la presidencia del Gobierno. Hay que reconocer que hemos sido injustos con él y que Rajoy estará sufriendo mucho por considerarse un incomprendido al no darnos cuenta de que su Gobierno se iba a apoyar en aquella máxima que dice: “Donde dije digo, digo Diego”.
En cuanto a eso que muchos critican y comentan que se ha convertido en una manía un tanto enfermiza de Rajoy lo del “déficit cero” no es así, lo que Rajoy está haciendo con sus “recortes”, “ajustes”, “reformas” o “planes”, cada vez les llama de distinta forma para disimular un poco, lo que pretender hacer, repito, es “endosarle” el déficit a los ciudadanos, a la clase trabajadora a los funcionarios y a los pensionistas, a los más pudientes no y a los banqueros menos, estos últimos no se pueden considerar como tales ciudadanos porque son una casta superior en lo que a privilegios se refiere y a que nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato por si se te echa encima y te saca los ojos, aunque la especialidad de estos es la de sacarle los hígados a todos aquellos que caen en sus garras. A los desahucios penados con seguir pagando me refiero.
La conclusión que yo ha sacado, pensando en lo que está haciendo Rajoy y lo que pueda tener almacenado en su retorcida mente, digo retorcida y digo bien, porque Rajoy al anunciar este “plan primaveral” ha negado que esté improvisando por lo que se puede decir que lo tiene todo premeditado, esa conclusión a la que yo he llegado se fundamenta en que los españoles no debemos preocuparnos por el futuro porque no tenemos porvenir.
Los españoles vamos conociendo, no poco a poco sino a marchas forzadas, aquel programa de gobierno que Rajoy no nos quiso desvelar durante la campaña electoral previa al 20N, aunque en su favor hay que decir que no supimos entenderle porque cuando se mostraba contrario a la subida de impuestos, al abaratamiento del despido, al copago de los medicamentos, a los recorte en Educación, nos estaba diciendo que eso era precisamente lo que él iba a hacer si llegara, como ha llegado, a la presidencia del Gobierno. Hay que reconocer que hemos sido injustos con él y que Rajoy estará sufriendo mucho por considerarse un incomprendido al no darnos cuenta de que su Gobierno se iba a apoyar en aquella máxima que dice: “Donde dije digo, digo Diego”.
En cuanto a eso que muchos critican y comentan que se ha convertido en una manía un tanto enfermiza de Rajoy lo del “déficit cero” no es así, lo que Rajoy está haciendo con sus “recortes”, “ajustes”, “reformas” o “planes”, cada vez les llama de distinta forma para disimular un poco, lo que pretender hacer, repito, es “endosarle” el déficit a los ciudadanos, a la clase trabajadora a los funcionarios y a los pensionistas, a los más pudientes no y a los banqueros menos, estos últimos no se pueden considerar como tales ciudadanos porque son una casta superior en lo que a privilegios se refiere y a que nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato por si se te echa encima y te saca los ojos, aunque la especialidad de estos es la de sacarle los hígados a todos aquellos que caen en sus garras. A los desahucios penados con seguir pagando me refiero.
La conclusión que yo ha sacado, pensando en lo que está haciendo Rajoy y lo que pueda tener almacenado en su retorcida mente, digo retorcida y digo bien, porque Rajoy al anunciar este “plan primaveral” ha negado que esté improvisando por lo que se puede decir que lo tiene todo premeditado, esa conclusión a la que yo he llegado se fundamenta en que los españoles no debemos preocuparnos por el futuro porque no tenemos porvenir.
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