Hacia una España Mejor

martes, septiembre 04, 2012

Rajoy y el Rey

En estos últimos meses se vienen produciendo, con una cierta frecuencia, reuniones entre el Mariano Rajoy y el Rey, y en las mismas el presidente del Gobierno da cuenta al Monarca de las reformas, llamémosles reformas, llevadas a cabo y también de las que piensa emprender. A mí me tiene un tanto escamado el hecho de que Rajoy de cuenta a Juan Carlos I de todo ello, pero he llegado a la conclusión de que lo que el jefe del Gobierno pretende es involucrar al Rey en esto de las reformas cuya impopularidad e ineficacia es más que manifiesta y que lo hace con el fin de darle mayor credibilidad ante los españoles pensando en que el jefe del Estado tiene el suficiente buen predicamento entre los españoles para que estos acepten estas reformas si cuentan con la aprobación del Rey. Creo que Rajoy se equivoca y más cuando la Familia Real no está sufriendo, ni mucho menos, las consecuencias de la crisis en la misma medida en que lo vienen padeciendo las familias españolas. No, no es ejemplo la Casa Real como para que pueda servir de consuelo a los ciudadanos. Creo que el Rey se equivoca, ya, en mi opinión, lo hizo cuando dio la enhorabuena a Rajoy por haber conseguido esos millones para la banca, no para los españoles, y cuando no hace mucho dijo que confiaba en que las reformas darían un buen resultado. Juan Carlos I, debería ser más prudente y no dejarse llevar por quien lo tiene todo perdido, como es el caso de Rajoy, y puede arrastrarle al fondo del abismo. Esto podría ser la puntilla para acabar con la mayor o menor credibilidad que la monarquía pueda tener en España.
La cosa está muy mal tirando a mucho peor, esto lo saben hasta los niños de pecho, Recientemente el presidente del Gobierno ha visitado la localidad onubense de Almonte que hace unos días acogió la celebración del Rocío Chico y aseguró, tras la visita, sentirse más reconfortado, llegando a pronunciar frases como la de “a veces estamos pensando siempre en lo material, y al final los seres humanos somos sobre todo personas, con alma y con sentimiento, y esto es muy bonito y me reconforta mucho”. Debió decir “con alma, con sentimientos y con necesidades” le faltó esta última palabra: “Necesidades”. Rajoy quiso dar a entender que él piensa en lo humano, en joder a los humanos, de ahí sus reformas sociales y económicas.
Rajoy se siente reconfortado en el Rocío Chico, la ministra de Empleo, lo de empleo es una boutade, una sandez, Fátima Báñez, se encomendó a la Virgen del Rocío, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, dijo que “los sevillanos confían en Cristo para salir adelante”, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, dijo “nuestro ideario es Grecia, Roma, CRISTIANISMO, Europa”. O sea que la cosa está bastante jodida cuando los que gobiernan se acogen al amparo de Dios y de todos los santos. El resto de españoles podríamos pedir aquello de “virgencita que me quede como estoy” pero no es prudente el pedir tal cosa teniendo en cuenta que estamos mal, muy mal, lo que más bien se correspondería es repetir una y otra vez aquella parte del Padre Nuestro que dice: “El pan nuestro de cada día, dánosle hoy... -y yo añado “y todos los días”- y perdona nuestras deudas” –esto en alusión a las hipotecas que no se pueden pagar-. Ahora ya no se dice “perdona nuestras deudas” si no perdona “nuestras ofensas”, posiblemente el que introdujo esta modificación, hace ya bastante tiempo, se barruntaba que los bancos no iban a estar dispuestos perdonar ni un solo céntimo tal y como se viene dando cada vez con mayor virulencia y por tanto eso de “perdona nuestras deudas” era un sinsentido y una falsa esperanza para los que deben y no pueden pagar, por tanto había que actualizar esta oración. Hay ocasiones en que la Iglesia Católica se actualiza, se pone al día, y esta es una de ellas.
Mientras tanto a ver si sale algo positivo de estas entrevistas entre Rajoy y el Rey. Yo tengo mis dudas. Mis serias dudas.