Hacia una España Mejor

lunes, mayo 19, 2008

El futuro académico


Mariano Rajoy, va levantando sus cartas y por ello hemos podido saber que uno de los que se vislumbran como miembro de su nuevo equipo es el valenciano Esteban González Pons.
Poco le va a durar a su lado el hasta hora hombre de confianza de Camps, porque una persona con un lenguaje tan claro y extenso como el que suele emplear el futuro colaborador de Rajoy, pronunciando frases como la que construyó para criticar al Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, el 16 de abril de 2005, para decir que. “El Ejecutivo de Zapatero es el increíble Gobierno menguante, histriónico y teatral de la gestión, está atomatado y con poco chup-chup”. Hombre, yo lo de “menguante” lo entiendo, lo de “histriónico y teatral” también, pero lo de que está “atomatado y con poco chup-chup,” reconozco que después de haber estado tres años dándole vueltas no lo he entendido. La verdad es que estos modos de expresión tan “sofisticados” no llego a entenderlos. Pero eso sí, siempre, por respeto, he pensado que González Pons, quería decir algo importante, pues por algo era el portavoz del Consell presidido por Camps.
Pero no acaba ahí la cosa, no, cuando González Pons, fue nombrado por Camps, conseller de Territorio y Vivienda, nos mostró sus conocimientos hortofrutícolas y nos deleitó con su selecto conocimiento de las palabras diciendo que en su nuevo cargo él apostaba por el desarrollo de una “política sandía verde por fuera y roja, como el corazón, por dentro”. Posteriormente Pons asistió a la toma de posesión de Vicente Rambla, al frente del área de Relaciones Institucionales y Comunicación, a la que definió como “la Consellería melón” porque hasta que no la pruebes, advirtió a Rambla, “no sabrás si es dulce o pepino”.
Creo que está claro lo que al principio vaticino en el sentido de que a Rajoy le va a durar poco este colaborador, porque un hombre con tan florida verborrea, con tan alto y amplio conocimiento de la lengua de Cervantes, está llamado a formar parte de la Real Academia de la Lengua Española y todo lo que se tarde en su nombramiento es perder la oportunidad de enriquecer nuestro idioma y de desperdiciar los conocimientos de tan erudito varón.