Hacia una España Mejor

lunes, mayo 12, 2008

El problema es el líder


Las palabras de Mariano Rajoy, reconociendo que “el PP atraviesa un momento difícil” son de Perogrullo. Eso hace bastante tiempo que los españoles lo sabemos. Para el PP “el momento difícil” comenzó cuando Aznar decidió que su sucesor fuera Rajoy. Queda meridianamente claro que “el momento difícil” es como consecuencia de que Aznar modeló un líder utilizando como materia prima el barro y por tanto ese líder tiene los pies de barro, un líder que es incapaz de controlar a nadie y que, además, se ve presionado por una serie de “barones”, que dicen que en PP no existen, pero haberlos ahilos y además en mayor número que el deseado por Rajoy.
“El momento difícil” viene dado por la debilidad del líder, por cierto, quien sigue mis escritos recordará que yo siempre le he llamado “presunto líder de la derecha”. Cuando se llevan las riendas con firmeza, con seguridad, con confianza y con dotes de ordeno y mando, los momentos difíciles no se suelen dar y si surge algún conato de “rebeldía” se “corrige”” de inmediato.
Todos los “pesos pesados” del Partido Popular están presionando al débil líder para que de una vez por todas, esto ocurre cuando no se respeta el orden jerárquico, para que de una vez por todas, repito, diga quien es quien, o mejor dicho diga quien “va a ser quien”. El PP no está atravesando “un momento difícil” sino mucho peor, la derecha está entrando, mejor dicho ha entrado ya, en la anarquía y el desorden. A Rajoy, le espera un largo mes hasta la celebración del Congreso del PP. Un mes de zozobras, de incertidumbres, de presiones, de agobios y de tener que tragarse más de un sapo. Y desde luego queda claro que la marejada no va a remitir con la celebración del Congreso, luego vendrán los descontentos, los que se han quedado fuera y que esperaban ser tenidos en cuenta por “sus méritos”.
En el PP no han sabido utilizar los cuatro últimos años que han pasado para haberse serenado, organizado y rearmado. Empleó esos preciosos cuatro años en instalarse en la bronca y en la crispación y eso le ha pasado una factura que está pagando bien cara. Y las que le quedan por pagar.
Si, “el PP atraviesa un momento difícil”. La causa está clara, todos la sabemos, la dolencia que aqueja al PP no es más que la consecuencia de una falta de liderazgo. El que hay ni ha nacido líder ni reúne las materias necesarias para fabricarlo.