Hacia una España Mejor

martes, mayo 27, 2008

El llanero solitario


Si se tratara de un entrenador de fútbol podríamos decir aquello de que “este no se come al turrón”, pero tratándose de un político, en este caso de Mariano Rajoy, lo cosa es imprevisible, igual le puede sobrevenir “una muerte súbita”, muerte política claro está, que experimentar una mejoría que nos pueda hacer pensar que Rajoy va a salir bien parado de todo este follón que se ha liado en el Partido Popular, aunque también hay que tener en cuenta eso de que “ha hecho la mejoría de la muerte”.
Pero no nos pongamos tan lúgubres. Rajoy está más solo que la una, eso es más que evidente. Los pesos pesados del Partido Popular se han juramentado y el “Fuenteovejuna” que le han montado es de mucho temer. Le están sometiendo a un goteo torturador intermitente y calculado y un día se va este, otro día se va la otra. Anteayer salía una criticándole y diciendo que lo está haciendo mal, ayer salía otro dedicándole una frase “cariñosa”, hoy sale otro diciendo que “Rajoy no es capaz de ofrecer un liderazgo renovado, sólido e integrador”.
Pero Rajoy quiere emular al “Llanero Solitario” y a lomos de sus fieles apoyos, si es que le queda alguno, intenta dar la batalla y se fija como principal objetivo “integrar a las distintas formas de pensar del partido”. Efectivamente hay distintas formas en el PP pero no de pensar sino de hacer. Hay quienes se van a la puerta de la sede madrileña a decirle de todo, los hay que le machacan de continuo a través de los medios de comunicación y las hay que no se manifiestan a su favor por que tienen sus dudas de que Rajoy pueda aguantar el chaparrón que le está cayendo encima y se muestran bastante cautos a la hora de manifestarse públicamente en su favor. Los Camps, los Valcárcel, incluso la misma portavoz, Soraya Sáenz de Santa María, elevada al púlpito por Rajoy, no se muestran muy entusiasmados con Rajoy, al menos públicamente. Es muy posible que estos tres estén toreando “de salón”, es decir le dan palmaditas en la espalda a Rajoy y le animan pero en privado, no en el ruedo.
La verdad es que el hombre lo tiene bastante mal. Cuatro años aguantando de sus “compañeros” carros y carretas ¿para qué?