Una dimisión con retraso
No voy a entrar en especular sobre las hipotéticas causas que han motivado la dimisión de la ya expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, doy por válidas las que ella ha expuesto que se concretan en ese cáncer que padece o padecía ya que se dice que está presuntamente curado y en su deseo de dedicarse a la familia. Pero a este respecto quiero manifestar mi extrañeza de que haya sido por estos motivos en tanto en cuanto si el cáncer está curado y además se ha dicho que después de ser operada no precisó ningún tratamiento específico no es un motivo de peso para adoptar tal decisión, en cuanto a la familia no se entiende muy bien que una persona que ha pasado su juventud más dedicada a la política que a sus hijos y al resto de su familia, eso es evidente, estas cosas son así, la política es muy absorbente, se suele decir que es una o un amante muy exigente y posesivo, que ahora con una edad de 60 años y con los hijos “criados” nos salga diciendo que quiere dedicarse a ellos y al resto de sus familiares, madre y siete hermanos. Aquí hay algo que no cuadra, pero como he dicho anteriormente no voy a especular sobre si existen o no otras causas que hayan podido influir en esa determinación.
En lo que sí quiero entrar es en el hecho de que esta dimisión ha llegado con un cierto retraso. En mi opinión Esperanza Aguirre, debió dimitir cuando el Gobierno presidido por Mariano Rajoy, decidió subir el IVA, a partir de ese momento es cuando la expresidenta debió presentar su dimisión, esto hubiera sido una actitud coherente y ética y muy acorde con aquella “movida” que organizó cuando el Gobierno presidido por José Luís Rodríguez Zapatero, decidió subir el IVA y que todos recordamos aquellas intervenciones de la exlideresa llamando a la desobediencia civil y recogiendo firmas para “tumbar” esa medida adoptada por el gobierno socialista. Aquello fue un verdadero “espectáculo” en el que no faltaron las más graves acusaciones de abuso de poder y los insultos hacia Zapatero. Creo que se pasó y bastante, es por ello por lo que debió presentar su dimisión nada más aprobar Rajoy la desorbitada subida del IVA que nos está azotando desde primero de septiembre. Eso hubiera supuesto el demostrar que se es un personaje político con principios éticos y morales, pero Esperanza Aguirre no lo consideró necesario con lo cual ha puesto de manifiesto que aquella actitud suya ante la oposición al aumento del IVA decretado por Zapatero fue simplemente una pura y dura exhibición del más acentuado histrionismo.
Esperanza Aguirre, se ha ido, pero más bien por el camino de la falta de ética que por otro cubierto de rosas.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home