Cristiano Ronaldo y Segismundo

“Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba que sólo se sustentaba de unas hierbas que cogía. ¿Habrá otro, entre si decía, más pobre y triste que yo?, y cuando el rostro volvió halló la respuesta, viendo que otro sabio iba cogiendo las hierbas que él arrojó”. Este fragmento de “La Vida es Sueño” de Pedro Calderón de la Barca, viene a suponer la queja y el consuelo permanente de todos aquellos que conforman los cinco millones de parados que hay en España, de los que intentan sobrevivir con la ayuda de 400 euros al mes del Plan Prepara y de esos otros, muchos, demasiados, que no tienen ni trabajo ni ayuda económica alguna.
Hoy otro fragmento de la citada obra calderoniana, el primer monólogo de Segismundo desde su encierro en la lúgubre torre que dice así: “¡Ay mísero de mi!, ¡ay infelice! Apurar cielos pretendo. Ya que me tratáis así, que delito cometí contra vosotros naciendo. Aunque sí nací, ya entiendo que delito he cometido; bastante causa ha tenido vuestra justicia y rigor, pues el delito mayor del hombre es haber nacido”. Seguro estoy de que desde su torre de marfil, el futbolista Cristiano Ronaldo, estará repitiendo una y otra vez esta parte del primer monólogo de Segismundo. La declaración de infelicidad por parte del crack merengue ha venido a ser una especie de bálsamo para todos los desheredaos de la fortuna, para todos aquellos que están sin trabajo y sin ingresos y a punto de ser desahuciados de sus viviendas. Estos se habrán dicho, seguro: “¿Para qué queremos trabajo y dinero? Eso no lo es todo. Vale más morirse hambre que perder la felicidad”. Todos los medios de comunicación, la mayoría, se han hecho eco del infortunio de Cristiano Ronaldo y de forma solidaria, al igual que suele serlo CR7, pienso yo, se han olvidado de sus penas y tragedias y no hacen más que elevar sus plegarias para que la felicidad vuelva a estar presente en la vida del famoso goleador. En la parte que a mí me pueda tocar solamente le puedo decir, por si le sirve de consuelo, que el trofeo que le han dado que a Iniesta y que le da el galardón de mejor jugador de Europa es feísimo, a mi no me gusta, además está hecho de un material brillante que en cuanto lo tocas se quedan marcadas las huellas de los dedos y te tienes que pasar la vida dándole con el trapo. Un incordio.
Por si era poca la infelicidad de Cristiano Ronaldo, viene una mujer, en Barcelona, que casualidad, y quiere quitarle el protagonismo mediático que acapara el futbolista en estos días. A la mujer en cuestión y seguramente en un intento por eclipsar al jugador, no se le ocurre otra cosa que irse a un supermercado cargar un carro con productos comestibles e intentar marcharse sin pagar. La mujer en cuestión en un intento por justificar su acción, dijo que tiene tres hijos y que ella y su marido están en el paro y sin cobrar nada y que próximamente van a ser desalojados de su vivienda. Desahuciados. La intentona, la excusa, para ocultar que lo que en realidad pretendía era que la gente se olvidara de la infelicidad de Ronaldo no le sirvió de nada y de inmediato, en horas, fue puesta ante el juez, el cargo era por un juicio de faltas, ¡oye, que rapidez lo de la Justicia española!, para que luego digan, y el juez dictó sentencia obligándola a pagar el valor del contenido del carrito más una multa de 90 euros. Esta sanción económica no va a suponer nada para esta mujer ya que con seguridad va a hacer muchos “platós” en las distintas televisiones y va a cobrar sus buenos euros, tal y como hacen otros que dicen que son famosos, dicen. El que la relacionen con Ronaldo al intentar “capitidisminuir” los amargos días de infelicidad del que es “Balón de Oro” es algo que no se puede consentir y menos si se emplea como excusa el estar pasando por el trance de no tener para comer y de estar en puertas de verse en la calle, si se le pregunta a algún miembro del Gobierno, dirán que la desfachatez de esta mujer no tiene límites y que además están las ONG para socorrerla, por cierto esta mujer ha dicho que la Cruz Roja Española le daba comida para un mes y que luego “descansaba” mes y medio, este lapso de cuarenta y cinco días sería para que les diera tiempo a hacer la digestión de lo que habían comido en el mes anterior. En ocasiones es beneficioso el practicar un largo ayuno. Te libra de las toxinas.
¡Formemos una piña y entre todos vamos a intentar levantar el ánimo a este “pobre sabio” que solamente cobra once millones de euros! Y condenemos a aquellos que quieren que su sufrimiento pase desapercibido.