También deberá ser honrado ¿no?
En una entrevista hecha al máximo responsable de El Pozo Alimentación, Tomás Fuentes, el empresario decía refiriéndose a los políticos, que era necesario adelgazar la Administración para que haya “menos políticos, pero con mejores sueldos, que les eviten cualquier tentación”. Por lo que veo este empresario es un hombre sin malicia y que piensa que “to er mundo e güeno” o sea es una persona de buena fe de las que van quedando cada vez menos. Estoy totalmente de acuerdo con él cuando dice que en este país hay demasiados políticos, se podría decir que hay “más oficiales que tropa”, ya dije en uno de mis anteriores artículos que no sobran los políticos que lo que sobran son políticos.
Pocos y bien remunerados, es lo que plantea el industrial “para evitar tentaciones”, pero pienso yo que aparte de ser pocos y bien pagados también deberán reunir la condición de gente honrada e incorruptible, porque si no apaga y vámonos, tengo ya muchos años, demasiados para mi gusto, y aún no me he encontrado con alguien que le haya ido bien en la vida, me refiero en el plano económico, y haya dicho esa frase de “ya tengo bastante”, son más los que se inclinan por aquello que dice la canción de “todos queremos más, todos queremos más, todos queremos más y más y más y mucho más”. Esto es algo que los humanos tenemos más asumido.
Si no hay honradez huelga el que se pague suficientemente bien, con largueza, en este caso a un político, la tentación siempre está al acecho y debemos tener presente que todas las personas tenemos un precio y el que no lo tiene, el que se mantiene inmaculado a su paso por la política, sus días de actividad pública están contados. No digo que no haya políticos en activo que sean honrados, los hay, pero no sé por qué los “golfos” suelen auparse, o posicionarse, mejor que otros en aquellos puestos donde “se cuecen las habas”. Al decir esto último creo que no estoy descubriendo nada nuevo.
Esto del político ideal, honrado y por tanto incorruptible, es muy difícil de encontrar. Esto de estar bien pagados “para evitar tentaciones” lo comparo yo con la cosa sexual, ¿me estaré convirtiendo en un viejo verde?, no creo, pero es que considero que la comparación viene que ni al pelo. Se puede dar el caso de que en una pareja ambos se “porten bien” en la cama a más de que ella sea una señora exuberante y “cumplidora” y que él sea una persona muy viril que siempre da a su pareja lo que ella espera recibir, vamos, que lo tienen todo para “pasarlo bien”, en lo sexual no les falta de nada, tienen las “necesidades” cubiertas, pero, siempre hay un “pero”, se puede dar el caso, que se da, de que uno de ellos, o los dos, “necesitan más” y se busquen un “pluriempleo” aún a pesar de que estén enamorados la una del otro, y viceversa. En ningún plano de la vida se da la circunstancia de llegar a la conclusión, en todo lo que sea beneficioso, de que ya tenemos suficiente.
Acabo repitiendo que estoy de acuerdo con el industrial murciano, sobran políticos y hasta también estoy de acuerdo en que deberían, algunos, no todos, por su especial dedicación y responsabilidad estar mejor pagados, pero todo ello no iba a servir para nada si eso que se llama honradez brilla por su ausencia. El industrial quiero pocos, pero bien pagados, Dolores de Cospedal quiere también pocos y además sin cobrar. En esto último, la propuesta de Cospedal, se pueda dar aquello que dice: “Yo no quiero nada a cambio, pero ponedme donde haya que yo ya me apañaré”.
Pocos y bien remunerados, es lo que plantea el industrial “para evitar tentaciones”, pero pienso yo que aparte de ser pocos y bien pagados también deberán reunir la condición de gente honrada e incorruptible, porque si no apaga y vámonos, tengo ya muchos años, demasiados para mi gusto, y aún no me he encontrado con alguien que le haya ido bien en la vida, me refiero en el plano económico, y haya dicho esa frase de “ya tengo bastante”, son más los que se inclinan por aquello que dice la canción de “todos queremos más, todos queremos más, todos queremos más y más y más y mucho más”. Esto es algo que los humanos tenemos más asumido.
Si no hay honradez huelga el que se pague suficientemente bien, con largueza, en este caso a un político, la tentación siempre está al acecho y debemos tener presente que todas las personas tenemos un precio y el que no lo tiene, el que se mantiene inmaculado a su paso por la política, sus días de actividad pública están contados. No digo que no haya políticos en activo que sean honrados, los hay, pero no sé por qué los “golfos” suelen auparse, o posicionarse, mejor que otros en aquellos puestos donde “se cuecen las habas”. Al decir esto último creo que no estoy descubriendo nada nuevo.
Esto del político ideal, honrado y por tanto incorruptible, es muy difícil de encontrar. Esto de estar bien pagados “para evitar tentaciones” lo comparo yo con la cosa sexual, ¿me estaré convirtiendo en un viejo verde?, no creo, pero es que considero que la comparación viene que ni al pelo. Se puede dar el caso de que en una pareja ambos se “porten bien” en la cama a más de que ella sea una señora exuberante y “cumplidora” y que él sea una persona muy viril que siempre da a su pareja lo que ella espera recibir, vamos, que lo tienen todo para “pasarlo bien”, en lo sexual no les falta de nada, tienen las “necesidades” cubiertas, pero, siempre hay un “pero”, se puede dar el caso, que se da, de que uno de ellos, o los dos, “necesitan más” y se busquen un “pluriempleo” aún a pesar de que estén enamorados la una del otro, y viceversa. En ningún plano de la vida se da la circunstancia de llegar a la conclusión, en todo lo que sea beneficioso, de que ya tenemos suficiente.
Acabo repitiendo que estoy de acuerdo con el industrial murciano, sobran políticos y hasta también estoy de acuerdo en que deberían, algunos, no todos, por su especial dedicación y responsabilidad estar mejor pagados, pero todo ello no iba a servir para nada si eso que se llama honradez brilla por su ausencia. El industrial quiero pocos, pero bien pagados, Dolores de Cospedal quiere también pocos y además sin cobrar. En esto último, la propuesta de Cospedal, se pueda dar aquello que dice: “Yo no quiero nada a cambio, pero ponedme donde haya que yo ya me apañaré”.
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