¿Camps, nacionalista?
A fuerza de tanto criticar y repudiar los nacionalistas, a la gente del PP parece que le está entrando el síndrome de Estocolmo o le está afectando el mimetismo más puro.
Recientemente y según he podido leer en las páginas de El País dedicadas a la Comunidad Valenciana, el flamante portavoz del PP en las Cortes Valencianas, Ricardo Costa, se ha soltado diciendo que “Esta autonomía no se merece discursos serviles con los intereses del Gobierno de Madrid” y confirmó que la confrontación con el Gobierno central seguirá siendo el eje fundamental de la acción parlamentaria -se refiere a la valenciana- en los tres años que restan de legislatura. “Defendemos un discurso específico valenciano, sin tutelas” dijo finalmente. Leo todo esto y me parece estar escuchando a los políticos del PNV o de CiU.
La realidad es que hay posturas de boicot por parte del PP a todo lo que emana del Gobierno de Zapatero. La asignatura de Educación para la Convivencia (EpC) se va a impartir y desarrollar en Inglés. Aquí hay que reconocer que Camps no es nada nacionalista, pues puesto a poner trabas al menos podía haber dicho que se iba a estudiar esta asignatura en valenciano que buena falta hace que se fomente por aquello de recuperar nuestras señas de identidad y que mejor que fomentar la lengua valenciana para lograr esa recuperación. Con respecto al estudio en inglés he de recordar que en la provincia de Alicante mil alumnos se quedaron sin notas de Inglés en el primer trimestre por falta de profesores, lo cual viene a decirnos que la EpC le importa un rábano a Camps.
También le ha declarado el boicot, perjudicando a miles de jóvenes valencianos, a las ayudas al alquiler que el Gobierno de Zapatero ha arbitrado y que mientras en otras comunidades se les exige reunir un máximo de cinco requisitos para poder obtener esas ayudas, en otras comunidades menos, en nuestra comunidad el Consell les pide diecisiete. Lo cual hace que se encuentren con muchas dificultades para poder optar a esta ayuda al propio tiempo que toda la trama burocrática se prolonga en demasía cuando a los afectados lo que les apura es el tiempo.
El boicot a la puesta en marcha de la Ley de Dependencia, es tan evidente que el mismo Enrique Múgica, el Defensor del Pueblo, ha llevado al Consell ante el Constitucional por dejadez motivada por la falta de interés para poder atender a los miles de valencianos que están necesitados de una atención que posibilite el que sus problemas de dependencia sean finalmente solventados.
Pero es curioso. El Consell, el “nacionalista” Camps, no le hizo el boicot a los miles de millones de las antiguas pesetas que el Gobierno de Zapatero le insufló a la Generalitat Valenciana para que Camps, se pudiera lucir en la Copa del América. No, Camps aceptó esa “tutela” que hoy critica su portavoz Ricardo Costa.
¿Nacionalistas?, está claro que no lo son. En realidad son meros contestatarios de conveniencia partidista.