Los miserables
De la reacción del Gobierno que se puede decir que no supiéramos o intuyéramos de antemano, no van a hacer el menor caso a los trabajadores que han protagonizado esta huelga general y hasta seguro estoy de que Mariano Rajoy, se habrá sentido más “machote” que nunca ante una huelga que él parecía desear y que fue el primero en anunciarla.
Dicho lo anterior me voy a referir lo que a mí más me ha impactado de todo lo relacionado con esta jornada de huelga. En primer lugar comentar la increíble actitud de la alcaldesa de Ciudad Real y diputada nacional del PP, Rosa Romero, que en un alarde de máxima “eficacia” el pasado día 27, dos días antes del día señalado para la celebración de este paro, procedió a pagar la nómina de los 800 empleados del Ayuntamiento descontándoles el día de huelga manifestando que a todo aquel que no participara se le reintegraría la cantidad descontada. La alcaldesa no empleó esa máxima de “el que avisa no es traidor”, no, lo que hizo fue poner el carro delante de las mulas. A lo mejor se agarró a ese principio de “más vale prevenir que curar”. Menos mal que esta señora es la alcaldesa porque si fuera un policía local se dedicaría a denunciar a los conductores antes de estos se saltaron un stop o un ceda el paso. En fin esto son cosas que creo que ya no extrañan ni sorprenden a nadie. Lamentablemente tenemos un buen número de individuos/as metidos a políticos que mejor estarían si se dedicaran a la tarea de pasear los perros de otros, una actividad que no hace daño a nadie y que puede reportarles algún ingreso.
Pero lo más doloroso, lo que más me ha impactado de lo sucedido ayer, fue el ver en TV y escuchar en la radio a algunos periodistas tertulianos criticar muy duramente y con absoluto desprecio y falta de respeto a los que han secundado la huelga no teniendo en cuenta lo mal que muchos de sus colegas lo están pasando en ciertas emisoras regionales que no creo sea necesario mencionar sin que por parte de estos trogloditas del periodismo reciban la menor muestra de apoyo y de comprensión, ellos ocupan cargos directivos y tienen una buena paga que les permite digerir los que sus “patronos” les echen sin el menor remordimiento importándoles muy poco si la información que dan es veraz o tiene un contenido torticero y malintencionado. Acabo, creo que no se merecen que se les preste mayor atención.
Estos dos casos son los que dan cuenta de lo miserables que pueden ser algunos ante una huelga. Acabo felicitando a los sindicatos y a los trabajadores que han secundado la huelga y que han demostrado que no son gente violenta sino simples trabajadores que merecen mejor trato y mayor atención por parte de un Gobierno autista e insensible.